EL FASCISMO QUE LLEGA

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Es un hecho irrefutable que este país camina flechado hacia la consolidación de un régimen ultra fascista. Cada día son más los datos que constatan la judicialización reprobatoria de la política, el arte, la cultura… Ya no se trata de hechos aislados, pues son tantos, que no hay día que pase sin que irrumpan violentamente datos reveladores. Pero seríamos unos cretinos si echásemos todas las culpas a la derecha, porque el estado actual del país, es el fruto de la evolución de las posiciones sostenidas en conjunto entre la derecha y la “izquierda” parlamentaria a través del tiempo.

Hoy nos alarmamos porque la derecha “popular”, es decir, el pueblo sin conciencia de clase, blande la bandera roja y gualda que se hizo camino sobre montañas de fusilados. Nos causa estupor ver a los fascistas en las calles campando a sus anchas. Nos preocupa que el PP actúe con un cinismo rayano en la insolencia. Sin embargo, mirar la situación de nuestro país superficialmente sin escudriñar en las entrañas de los fenómenos, es huir de la realidad, tal y como hacen los hipócritas para engañar. No se puede extirpar un grano sin zanjar de raíz las causas que lo genera, porque el mal subyacente brotará con mayor malicia e infestará todo el cuerpo. Tanto PCE como PSOE, CC.OO y UGT, no solo dieron su consentimiento para que las insignias del fascismo siguieran gobernando nuestras vidas, sino que repudiaban enardecidos ,como guardianes del franquismo, que alguien llevase en las manifestaciones la bandera republicana, que fue ultrajada ilegalmente por los criminales fascistas.

Es decir, los traidores no solo se contentaron con consentir en el período transitorio; también en el correr de estos cuarenta años de la cínica democracia burguesa han manifestado su aprecio a la Constitución que custodia y ampara los distintivos fascistas como reiteradamente ha hecho Julio Anguita, Sánchez y tantos otros. El Rey, la bandera, el himno, la amnistía para los criminales y la consagración de la economía de mercado fueron aceptados y defendidos por esta panda de traidores. Por más piruetas que realicen en el aire, caerán sobre el duro suelo empujados por el peso de la gravedad de sus crímenes.

No son errores imputables al desconocimiento. ¿Se puede pensar que Carrillo, Felipe González y sus continuadores desconocían y desconocen la naturaleza del sistema actual? ¿Tampoco sabían ni saben que al permanecer intactas las esencias del antiguo régimen, sobre ellas se alzarían la satrapía y otra consecuencias que les son propias? No hay equívoco posible. La traición es sencillamente colocarse al lado del contrario y es la felonía en su estado puro. Porque aún hoy estos canallas que ahora ficticiamente se alarman por la deriva del régimen, por un lado, nos quieren hacer ver que ellos no tienen culpa de la derechización del sistema, y por el otro, laurean a los fascistas, como hizo el PSOE con la duquesa de Alba y, peor aún, como hace hoy Susana Díaz con el reconocido fascista Nicolás Salas, quien aplaudió al criminal Queipo de Llano al escribir que éste “hizo lo que había que hacer”

¿Acaso este episodio es un nuevo lapsus? No, no lo es. La presidenta andaluza ha dado señales evidentes más que suficientes para que se demuestre que no es un error. Se retrata como aliada de empresarios que conculcan los derechos de los trabajadores, que despiden a mujeres embarazadas. Es consentidora de que empresas de las que la Junta de Andalucía es accionista despida a su presidente del comité por comunicarle las vulneraciones que lleva a cabo la dirección de la empresa. Conculca el estatuto de autonomía cuando se trata de amparar y salvaguardar los derechos de los trabajadores. ¿Qué diferencia existe entre Susana Díaz y Rajoy? Solamente de ámbito, pero ambos profesan la misma ideología.

Andalucía es una de las regiones que tiene más riquezas naturales de Europa; sin embargo, va a la zaga de España y del continente. Pero no importa, el próximo 28 de Febrero se celebra el día de la Región, en la que nuestra presidenta loará su magnífica dirección. Luego cantará con lágrimas de cocodrilo el himno de Andalucía, alzando su voz en aquella parte que dice “Pedid tierra y libertad”, y lo hará junto con los políticos de Ciudadanos, PP, su PSOE e IU (PCE), o sea, con aquellos que nos traicionaron una vez, que hoy nos siguen vendiendo y que mañana lo volverán a hacer.

COMITÉ REGIONAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) EN ANDALUCÍA.




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