Hospital Isabel Zendal: la nueva fuente de beneficios de Ayuso

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Vivir en la Comunidad de Madrid implica tener una presidenta impredecible, y no en el buen sentido. Una de sus últimas ocurrencias fue construir un hospital exclusivamente diseñado para atender pandemias como la actual u otras futuras.

Desde el punto de vista sanitario, esta decisión es bastante inexplicable. En la Comunidad de Madrid existe un gran número de hospitales, especialmente los “públicos de gestión privada” construidos en época de Aguirre, con camas, salas e incluso plantas enteras que se han encontrado cerradas en los puntos de mayor auge del coronavirus en la Comunidad, como ya denunció el PCOE en marzo. ¿Por qué la presidenta querría construir un nuevo hospital teniendo a muchos de los demás hospitales de la comunidad al 50-75% de sus capacidades?

La segunda gran pregunta es de donde van a salir los sanitarios necesarios para hacer funcionar el hospital. Contratar a nuevos sanitarios para este hospital parecería lo lógico, pero no para la presidenta Ayuso, que decidió ofrecer plazas a voluntarios de otros hospitales para ocupar los puestos del nuevo hospital. Ante la evidente negativa de los sanitarios al desplazo (solo hubo 111 voluntarios de 669 necesarios), Ayuso ha decidido actuar por la fuerza, trasladando forzosamente a sanitarios de otros hospitales al Zendal. Esto ha provocado numerosas movilizaciones, pues al trasladar forzosamente a los profesionales sanitarios de un hospital al Isabel Zendal sin hacer nuevas contrataciones, se están dejando puestos libres en los hospitales de origen, provocando deficiencias en ciertos servicios y sobrecarga de trabajo en dichos hospitales.

Además, los sanitarios del Zendal han denunciado graves carencias en materia laboral, como la inexistencia, en un hospital, de un plan de prevención de riesgos laborales tanto en materia de salud como de seguridad, carencias que ponen en grave peligro a los trabajadores del hospital.

 

Desde el punto de vista de la salud pública no se puede responder a las preguntas que nos hemos planteado con respecto al Hospital Isabel Zendal, y es simplemente porque la existencia de este hospital no se puede concebir desde el punto de vista sanitario, y no porque a Madrid no le viniese bien una mayor atención médica, más amplia respecto a servicios y de mayor calidad, sino porque este hospital no se ha construido con ningún fin sanitario, sino con fines exclusivamente económicos y propagandísticos.

El Hospital Isabel Zendal se concibió con un presupuesto inicial de aproximadamente 52 millones de euros que de la noche a la mañana subió hasta los 97 millones de euros por problemas de planificación de la edificación, o eso dice la Comunidad, y que se ampliaría nuevamente días más tarde en otros 25 millones de euros más para paliar “diversas actuaciones”. Sorprende ver un sobrecoste que dobla el presupuesto inicial en un hospital el cual carece de quirófanos, laboratorio, personal de radiología y de material que funcione correctamente, como ocurre con los escáner.

A este desmesurado sobrecoste del presupuesto inicial hay que añadir las numerosas adjudicaciones a dedo que ha hecho la Comunidad a numerosas empresas privadas para cubrir ciertos servicios del hospital, entre otras, la Comunidad ha concedido la seguridad a una empresa propiedad de una exconcejala del PP. Estas adjudicaciones se han hecho a dedo “por la situación de emergencia”, aunque viendo que una de ellas ya ha sido adjudicada a una empresa relacionada con el PP cabe esperar futuros sobrecostes de las demás adjudicaciones, entre las que se encuentra Ferrovial, empresa con una bonita relación con el PP en Madrid.

 

Decíamos al principio del comunicado que este nuevo hospital construido por Ayuso es más un acto económico y propagandístico que sanitario, y en el escaso mes que lleva operativo el Zendal ya hay pruebas fehacientes para afirmar tal cosa. Ayuso es buena aprendiz de Aguirre y ha seguido el modelo de empresa de esta segunda el cual se enfocó en la sanidad pública y en los millones de euros que se gastaron en siete hospitales públicos gestionados por empresas privadas “colegas” del PP, los cuales cuentan con una calidad más que cuestionable. Ayuso ha optado por explotar esta vía que, aunque a su manera, sigue recordando bastante a los métodos de la expresidenta Aguirre.

 

Por enésima vez, la economía se antepone a la sanidad en la Comunidad de Madrid; y en este caso en concreto, no solo se antepone la economía a la sanidad, sino que la primera saca beneficio de la segunda. El Hospital Enfermera Isabel Zendal pasará a la historia como la gran obra propagandística de Ayuso, y a ciencia cierta sabemos que poco a poco conoceremos las corruptelas económicas que se irán sucediendo en torno a esta obra, además de las ya existentes.

Lo llevamos viendo desde el principio de la pandemia (y desde antes): todo vale si es por salvar la economía. El capitalismo es un sistema tan sumamente miserable que donde la mayoría de personas ven una tragedia como son las muertes producidas por la COVID-19, la burguesía ve oportunidad de sacar rédito económico de ello, como ya pasó con el hospital improvisado del Ifema y como está pasando y pasará con el Zendal, en una operación de transferencia de dinero público hacia manos privadas de una magnitud brutal.

Una vez más se muestra que la única solución ante este sistema criminal que nos condena a las mayores de las miserias es un sistema en el que se prime la salud por encima de la economía, un sistema en el que todas las personas tengan acceso a la sanidad y que esta sea capaz de dar servicio a todas las personas sin distinción. Una vez más la única respuesta es el socialismo, un sistema en el que se garanticen todas las necesidades básicas de la población y en el que nunca más la salud de las personas sea motivo de especulación.

 

¡ACABEMOS CON EL VIRUS CAPITALISTA!

¡ORGANÍZATE EN EL PCOE!

¡Socialismo o Barbarie!

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Madrid




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