La extrema derecha como destructora de la Memoria: Torrecampo y el anti-fascismo

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Vivimos en un momento en el que los medios de comunicación blanquean a la extrema derecha a la vez que se criminaliza la respuesta anti-fascista. Por ejemplo, vimos como se defendía a un futbolista neonazi mientras se tachaba de delincuentes a la afición que protestó ante su fichaje. Por su parte, el diario El Confidencial trataba de humanizar a la extrema derecha con un artículo titulado: “¿Qué música escucha la alt-right? La derecha alternativa se parece mucho a nosotros”. Estos son sólo un par de ejemplos recientes.

En este contexto podríamos situar la cancelación (a sólo tres días antes de lo acordado) del acto de homenaje a un luchador antifascista como fue Florián Andújar García por parte del Ayuntamiento de Torrecampo (Córdoba) liderado por el Partido Popular (PP).  El homenaje consistía en la inauguración de una fuente formada por tres bloques de granito, la central más elevada que el resto, donde brotaría el agua. A su izquierda, habría un texto explicativo consistente en la traducción de la inscripción de la tumba de Florián Andújar García en Francia y unos versos del poeta José Ángel Valente.

¿Qué motivos han causado esto?

En primer lugar, varios medios de comunicación como el informativo de Canal Sur o el Diario Córdoba han hablado de “presiones” por parte de algunos vecinos, las cuales causaron un “ambiente enrarecido”. No sería de extrañar. Al contrario de otros países donde los luchadores contra el fascismo son homenajeados cada año por las instituciones estatales, en España la extrema derecha ha estado protegida por su sistema político.  De esta forma, el actual Jefe del Estado español ignora las demandas populares para una Ley de Memoria Histórica, a la que vez que hipócritamente homenajea a los españoles que liberaron París de los nazis en una visita oficial a Francia.

La extrema derecha tiene capacidad de presión para suspender aquello que amenace sus intereses. Esto no es algo nuevo. Dejando a un lado el terrorismo ejercido durante el período conocido como Transición o los asesinatos, coacciones y agresiones que tienen a sus espaldas, la extrema derecha ha logrado suspender proyectos que rescatan la Memoria Histórica de los represaliados en la Guerra Civil y en la posguerra. Un ejemplo es el relacionado con el impacto que causó el documental Rocío (1980) dirigido por Fernando Ruiz Vergara, una de las primeras producciones que trató el tema de la represión en la Guerra Civil y que señaló a grupos de hermandades rocieras en la misma. El documental fue el primer filme censurado tras la aprobación de la Constitución de 1978 por presiones de la extrema derecha de la zona de Almonte.

En segundo lugar, en un comunicado oficial del Ayuntamiento de Torrecampo, el alcalde Francisco del Castillo Cañizares y su equipo de gobierno ha desmentido que haya habido presiones y afirma que se debe a una supuesta “politización” del acto. Dejando a un lado el intento de apropiación oportunista por parte de algunas formaciones, cabría preguntarse: ¿Cómo podría “despolitizarse” un acto que conmemora a un héroe antifascista?

El PP defiende una relectura de la figura de Florián Andújar García “descafeinada”, donde su posición antifascista aparece en un segundo plano, presentándolo en su comunicado como un “luchador por la libertad y por los ideales democráticos”. ¿Contra quién luchaba Florián Andújar García (y otros muchos españoles)?

Florián Andújar García nace el 4 de mayo de 1912 en Torrecampo, provincia de Córdoba, en el seno de una familia de jornaleros. Durante la Guerra Civil combatió a las tropas fascistas en defensa de la República y el Frente Popular. Al igual que otros muchos españoles, tuvo que exiliarse en Francia, siendo internado en el campo de concentración de Argeles-sur-Mer. Por orden del gobierno francés es asignado a una de las Compañías de Trabajadores Extranjeros (Compagnies de prèstataires étrangers), siendo destinado a Annecy (Alta Saboya) en septiembre de 1940, cuando ya había sido iniciada la Segunda Guerra Mundial y Francia estaba ocupada por los nazis.

Florián Andújar García romperá la disciplina de la Compañía y pasará a combatir junto a la Resistencia Francesa contra la ocupación nazi. Formará parte de los 56 españoles que combatirán en la batalla de Glières, considerada por algunos historiadores como “la primera gran batalla de la Resistencia”, la cual influyó en la decisión Aliada de llevar a cabo el Desembarco de Normandía.

Morirá a los 32 años en esta batalla el 27 de marzo de 1944. Sus restos están enterrados en la Necrópolis Nacional de Morette (Alta Saboya, Francia), junto a los de otros 105 resistentes caídos en Glières. El gobierno francés le condecoraría a título póstumo con la Legión de Honor y se elevaría un monumento para estos combatientes en 1973.

La derecha insiste en la necesidad de “cerrar heridas” a la hora de hablar de la Guerra Civil, a la vez que el Ministro del Interior Fernández Díaz participa en actos a favor de la División Azul (que luchó con la Alemania Nazi en la invasión de la Unión Soviética, produciendo cientos de miles de muertes en el asedio de Leningrado), pretendiendo fusilar la Memoria al igual que sus antecesores hicieron con nuestros héroes, creyendo que con ello llevan al olvido sus ideas, así como impiden juzgar los crímenes de la dictadura.

La derecha no sólo no condena el pasado fascista, sino que nos impide tener nuestra propia memoria. El caso de Torrecampo es sólo un ejemplo más.

COMITÉ PROVINCIAL DE CÓRDOBA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE) 




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