¡O TODOS O NINGUNO!
40 AÑOS DE LA HISTÓRICA HUELGA GENERAL DEL BAIX LLOBREGAT Y DE LA EMPRESA LAFORSA DE CORNELLÁ
Se cumplen estos días el 40 aniversario de la finalización de una de las más grandes demostraciones de fuerza, organización y solidaridad protagonizadas por la Clase Obrera en Cataluña, y probablemente en todo el territorio del Estado Español: la huelga de la empresa metalosiderúrgica Laforsa de Cornellá y de la huelga general de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat.
Durante el año 1975 la dirección de la empresa Laminados y Forjados de Hierro y acero, S.A., conocida como Laforsa, situada en el barrio obrero de Almeda de la ciudad de Cornellá de Llobregat, inició un proceso de reestructuración industrial con el objetivo de pasar de una producción de 60.000 Tm en el año 1975 a 120.000 Tm en el año 1976.
Para la consecución de este objetivo, la dirección de la empresa -al frente de la cual estaba Claudio Boada, repugnante explotador de la Clase obrera de todo el Estado Español como demostró su gestión al frente de la empresa sevillana S.A.C.A.- no sólo contó con la renovación y modernización de la maquinaria industrial y con la implantación de nuevos sistemas productivos, sino que además llevó a cabo un ataque a las condiciones laborales de los trabajadores, hecho que provocó que éstos renunciaran a la realización de horas extraordinarias y a trabajar en días festivos.
El ambiente de conflictividad llegó a su punto álgido el 11 de noviembre, poco antes de la muerte del asesino en masa que operaba como jefe del Estado Español desde hacia décadas, cuando un trabajador fue despedido después de una discusión con uno de los jefes de la empresa por haber cometido un error que obligó a parar la producción durante unas horas. La reacción fue inmediata, el resto de compañeros, unos 220, dejaron de trabajar, se iniciaba así la huelga de Laforsa que habría de durar 106 días y que arrastró a toda la comarca del Baix Llobregat.
La dirección de la empresa intentó desde el primer momento amedrentar a los trabajadores a través de los despidos: llegaron a estar despedidos 150 trabajadores de la empresa durante la duración del conflicto, e incluso se personaban en las casas particulares de los trabajadores para conseguir que dejasen la lucha, también contaban con el apoyo de las fuerzas de orden que mañana tras mañana se ocupaban de machacar a porrazos a los obreros de la fábrica que se concentraban en las puertas de las misma.
Pero los trabajadores lejos de renunciar a sus derechos, lejos de renunciar a la lucha, se mantuvieron firmes y lograron la solidaridad de clase del resto de trabajadores, consiguiendo a través de la solidaridad económica más de 3 millones de pesetas de la época, y que en otras muchas empresas se realizaran parones de varias horas en solidaridad.
Además, la conflictividad se extendió por otras muchas empresas de Cornellá y de la comarca del Baix Llobregat. Los trabajadores se organizaban en asambleas de empresa, locales y en una asamblea comarcal, protegiéndose en la carcomida estructura sindical vertical para evitar la represión. Desde estas estructuras de base organizaban y extendían las luchas obreras y tejían sus reivindicaciones particulares y generales.
El 13 de enero del 1976, los trabajadores de Laforsa ocuparon la parroquía se Santa María de Cornellá, rápidamente trabajadores de otras muchas empresas acudieron a concentrarse allí en apoyo a sus compañeros proletarios, siendo recibidos por la policía a golpes, y asesinando a Rafael Rosa Rodríguez, trabajador de la empresa Soler Almirall, que había acudido allí a mostrar su apoyo a los compañeros de Laforsa. Este asesinato hizo estallar la chispa y provocó la huelga general en toda la comarca, huelga que duraría hasta el 29 de enero. La huelga general de 15 días movilizó a 80.000 huelguistas por día y costó a la patronal más de cinco millones de horas de trabajo, consiguiéndose toda una serie de mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores.
Finalmente, y bajo la consigna de “¡O todos o ninguno!”, la huelga de Laforsa llegó a su final a finales de febrero de 1976 con la readmisión de todos los trabajadores despedidos por la empresa.
Estas experiencias de la Clase Obrera demuestran como la única forma en que los trabajadores podemos hacer frente a las embestidas de la Burguesía es a través de la lucha, la organización, la solidaridad de clase, el compromiso y la disciplina. Sin estas características los compañeros de Laforsa no habrían podido resistir ni conseguir la readmisión de todos los despedidos.
En la actualidad, en unas circunstancias caracterizadas por la falta de organización, de solidaridad, de espíritu de lucha entre los trabajadores -como consecuencia de años de conciliación, por no decir rendición sindical ante la patronal y de la aplicación de las políticas oportunistas garantes de los intereses burgueses y promovidas desde una supuesta izquierda política- estamos obligados a recuperar ese espíritu que posibilitó esa gran victoria de la Clase Obrera.
Hoy más que nunca es necesario recuperar de la Plataforma reivindicativa de la Asamblea Comarcal de Trabajadores del Baix Llobregat del año 1976, esa reivindicación que planteaba la necesidad de una central sindical única. Hoy más que nunca es necesario e imprescindible que construyamos esta central sindical única, de clase y combativa que nos ayude a repeler los ataques que nuestra Clase esta sufriendo por parte de los monopolios. Desde el Comité Provincial de Barcelona del PCOC hacemos un llamamiento a todos los trabajadores para que refuercen y engrosen las filas de la Coordinadora Sindical de Clase, como herramienta de construcción y edificación de esa central sindical única que articule la defensa de los intereses de los trabajadores.
Pero otro aprendizaje que podemos extraer de las luchas llevadas a cabo en el Baix Llobregat a finales de 1975 y principios de 1976, así como en otros muchos lugares de la geografía catalana y española, es cómo los trabajadores pueden superar una estructura sindical podrida y al servicio de los intereses de los empresarios, mediante su organización en asambleas de base y de empresa y de la coordinación de las mismas en asambleas jerárquicas superiores. Por ello desde el Comité Provincial de Barcelona del PCOC, hacemos un llamamiento a todos los trabajadores para que en sus centros de trabajo promuevan asambleas de comités, delegados, y trabajadores y su unión con las asambleas de estudiantes y vecinales en un Frente Único del Pueblo capaz de conducir a la Clase Obrera y al resto de clases populares hacia la construcción de una sociedad sin explotación, hacia el Socialismo.
¡¡POR UN SINDICALISMO DE CLASE, POR LA C.S.C.!!
¡¡POR LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, POR LA A.C.D.T.!!
¡¡POR LAVANGUARDIA DEL PROLETARIADO, POR EL P.C.O.C.!!
¡¡POR EL SOCIALISMO, POR EL F.U.P. !!
COMITÉ PROVINCIAL DE BARCELONA DEL P.C.O.C.