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El coronavirus destapa las miserias de la sanidad madrileña

Ha tenido que ocurrir una pandemia para revelar los sucios entramados del capitalismo a nivel mundial. Sin duda alguna, una de las mayores revelaciones que ha traído este virus es el terrible fracaso de la sanidad en nuestro país y, aún más concretamente, en la Comunidad de Madrid.

Durante todos los gobiernos del PP de la Comunidad, la política respecto a la sanidad ha sido clara: perjudicar la sanidad pública en pos de la sanidad privada. Así, durante los sucesivos gobiernos (aunque sobre todo en el de Esperanza Aguirre) se han construido la mayoría de los hospitales privados de Madrid y los que se construyeron para la sanidad pública, actualmente son hospitales de gestión privada en su completa totalidad. Es precisamente en estos hospitales en los que Esperanza Aguirre defraudó casi 2 millones de euros instalando menos camas de las que estaban previstas en el plan inicial.



Mientras la actual presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, alardea en Twitter de la instalación de un hospital provisional en Ifema, calla ante el hecho de que en los siete hospitales públicos donde su partido cedió su gestión a empresas privadas faltan 608 camas que ahora serían de gran utilidad para los enfermos de coronavirus, que no se tendrían que exponer a estar ingresados en un recinto ferial donde las condiciones de salubridad son más difíciles de garantizar de lo que sería en un hospital.

En el robo sistemático a la sanidad pública por parte del PP madrileño, Isabel Diaz Ayuso es igual de cómplice que Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón o Cristina Ciufentes. La prueba de que la actual presidenta continúa en la misma línea que los anteriores presidentes del PP es que, cuando una persona desde su casa grabó como la Torre Cuatro del Hospital Infanta Sofía estaba completamente cerrada pese a la falta de camas que existe actualmente, la presidenta lo tachó de “bulo” justificando que esa torre estaba en obras y no daba tiempo a ponerla a punto, pese a que su reapertura estaba prevista para el año 2019. Esta no es la única parte sin utilizar de un hospital público de gestión privada en Madrid; en el Hospital del Tajo hay un ala vacía y en el Hospital de Henares una planta sin ningún uso.

Pero el robo no termina aquí. El Gobierno de Esperanza Aguirre, no contento con acabar con los hospitales públicos de la Comunidad, también decidió ir a por los centros de salud. En numerosos centros sanitarios de la capital y en numerosos municipios como Valdemoro, Alcalá de Henares, Velilla de San Antonio, Móstoles, El Escorial, Leganés, Alcorcón, Majadahonda, San Martín de la Vega o Mejorada del Campo, el juez del caso púnica concluyó que el PP robó 1.190.481 euros a través de una cláusula que obligaba a las empresas constructoras a abonar un 1% del presupuesto total que era desviado para financiar al partido.

Entre hospitales y centros de salud, el robo del PP a la sanidad pública madrileña asciende a tres millones de euros. Pese a que Isabel Diaz Ayuso siempre se ha presentado como una renovación en el PP de la Comunidad de Madrid, los hechos demuestran que lo que la presidenta ejerce es puro seguidismo de las medidas privatizadoras de la sanidad comenzadas por su predecesora Esperanza Aguirre.

Es más, Diaz Ayuso no solo no ha revertido todas las medidas que han privatizado la sanidad pública y de las que el PP se ha beneficiado económica y políticamente, sino que ha decidido dar el salto y comenzar a privatizar ella, como pudimos saber en octubre del año pasado, cuando pudimos conocer que Ayuso ha privatizado los laboratorios clínicos de la mayoría de los hospitales anteriormente mencionados, un negocio con el que se embolsan 78 millones de euros y que, según denuncian los trabajadores de estos laboratorios, ofrecen un peor servicio debido a que están completamente saturados de trabajo.

Hemos mencionado los hospitales y los centros médicos, pero otro campo en el que han afectado los recortes es en las residencias de mayores. En este campo, el sector privado siempre ha tenido mayor peso que el público. Esto no se debe a ciencia infusa, sino al completo abandono que sufren las residencias públicas de la Comunidad. A principios de este año, el Gobierno de Ayuso consiguió encubrir un recorte de 145 millones de euros que estaban destinados a distintas partidas sociales como educación, sanidad o ayudas para las residencias de mayores. Así, no es de extrañar que los trabajadores de las residencias denuncien falta de recursos y de personal en la Comunidad.

En el sector privado, la situación no es mucho mejor, lo que sí está es mucho más oculta. Las voces de los trabajadores de las residencias privadas son acalladas con más facilidad que en las residencias públicas. Sin ir más lejos, a principios del año pasado, trabajadoras del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, de la empresa CLECE, la cual es propiedad de Florentino Pérez, fueron despedidas por denunciar la falta de personal y de las condiciones higiénicas necesarias en su centro.

Pese a ello, hoy la presidenta Ayuso aplaude una donación de Florentino Pérez que solo sirve como un lavado de imagen de cara al público, pues mientras él dona dinero a la Comunidad y lo anuncia a bombo y platillo, en sus residencias, al igual que en otras muchas de la Comunidad, el personal se encuentra desamparado ante la expansión del virus, sin material ni personal suficiente para poder afrontar la situación.



Todas estas medidas han provocado el panorama actual en el que nos encontramos: sanitarios sin el material necesario para enfrentarse al virus, los cuales se están contagiando y muriendo, y hospitales completamente colapsados sin camas suficientes para atender a todo el mundo.

Esta pandemia está desenmascarando como actúa el capital priorizando la economía sobre la vida de las personas. Como dijo Karl Marx, “La desvalorización del mundo humano crece en razón directa a la valorización del mundo de las cosas”, y no puede ser una frase más acertada para este momento.

Año tras año hemos estado denunciando los recortes en sanidad que han aplicado los distintos gobiernos del PP en la Comunidad, y es en situaciones como estas cuando vemos la gravedad de estos recortes. ¿Cuántas personas estarían ahora mismo vivas si el PP no hubiese robado el dinero destinado a 608 camas de hospital? ¿Cuántos sanitarios se habrían salvado de contagiarse si tuviesen el material necesario? ¿Cuántos ancianos se habrían salvado del contagio si en sus residencias los trabajadores tuviesen medidas y personal suficiente para prevenir los contagios? En definitiva, ¿cuánta gente tiene que morir para que nos demos cuenta de que el mayor virus es el capitalismo?

Los distintos gobiernos de la Comunidad tienen las manos manchadas de sangre, de la sangre de todos los que se podrían haber curado bajo un sistema en el que se garantizase una sanidad pública, gratuita y de calidad y en un sistema en el que predominase el humanismo por encima del dinero. Pero esto es el capitalismo, y este es su modus operandi. No os olvidéis de los responsables cuando todo esto pase, recordad bien sus nombres, recordad bien lo que hicieron, recordad a cuantos mataron sus políticas.



Una vez más se muestra que la única solución ante este sistema criminal que nos condena a las mayores de las miserias es un sistema en el que se prime la salud por encima de la economía, un sistema en el que todas las personas tengan acceso a la sanidad y que esta sea capaz de dar servicio a todas las personas sin distinción. Una vez más la única respuesta es el socialismo, un sistema en el que se garanticen todas las necesidades básicas de la población y en el que nunca más la salud de las personas sea motivo de especulación.

¡TRABAJADOR, LUCHA POR TUS DERECHOS, LUCHA POR TU PUEBLO!

¡ACABEMOS CON EL VIRUS CAPITALISTA!

¡ORGANÍZATE EN EL PCOE!

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Madrid