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El problema de la robotización en el campo

La robotización y otros importantes aportes de las grandes tecnologías en el campo ya son hechos que poco a poco se irán implementando. En un artículo del medio digital HOYAgro se nos dice lo siguiente:

Dentro de nada, la vendimia se hará con robots, pura agricultura de precisión. Han sido probados por primera vez hace 15 días en la comarca gallega de O Rosal. Se trata de un proyecto europeo en el que participan 16 empresas y ocho grupos científicos de España, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Serbia, Lituania, Letonia y Finlandia”.

Por su parte, The New York Times en un artículo publicado el pasado 11 de octubre del 2021, nos habla de cómo en Francia (uno de los países de la Unión Europea que más produce a nivel agrario) “los futuros agricultores son expertos en tecnología”. En el mismo artículo se nos dice que “la mitad de sus agricultores tienen más de 50 años y se jubilarán en la próxima década, por lo que casi 160.000 granjas están en juego”. Así mismo, comentan que “hay 70.000 puestos vacantes de trabajo agrícola, y los jóvenes, incluidos los hijos de los agricultores, no están haciendo fila para ocuparlos”.

¿Por qué, pese a los puestos vacantes, pocos jóvenes se animan a ocuparlas? El mismo artículo nos responde:

Muchos se sienten desanimados por la imagen de la agricultura como una ocupación intensiva en trabajo que ata a los agricultores a la tierra. Aunque Francia recibe anualmente la asombrosa cifra de 9.000 millones de euros (10.400 millones de dólares) en subvenciones agrícolas de la Unión Europea, casi una cuarta parte de los agricultores franceses viven por debajo del umbral de la pobreza. Francia se enfrenta desde hace años a una silenciosa epidemia de suicidios de agricultores.”

Esta situación descrita por el New York Times sobre la situación agraria en Francia no es muy diferente a las de otras naciones de Europa, incluyendo aquí al Estado español. En este contexto, los dos medios citados muestran una imagen positiva del empleo de estas tecnologías como una ayuda a los trabajadores agrarios. Sin embargo, la realidad es muy distinta a como nos la muestran, ya que la tecnología en manos de los capitalistas sólo acabará beneficiando a la clase explotadora en detrimento de la explotada.

Es un hecho que, desde otros sectores laborales como el industrial, el empleo de robots y nuevas tecnologías como fruto de la transición digital, ha llevado a centenares de obreros de sectores industriales al despido, algo que ya hemos denunciado en otro artículo. Por mera lógica, la situación en el sector primario se verá aún más perjudicada a raíz de este fenómeno, contando el explotador con un mayor abanico de mano de obra desocupada a la hora de contratar.

Conviene señalar que, como comunistas, no estamos en contra del progreso tecnológico: en un sistema socialista, todos estos avances estarían en manos de los trabajadores y harían que las tareas más pesadas, repetitivas o embrutecedoras fueran eliminadas. Sin embargo, bajo el capitalismo, toda esta robotización supone desempleo y disminución del nivel de vida para los trabajadores, al ser desplazados en pos de unas máquinas que llevan a cabo la tarea con mayor eficiencia.

Ante esta situación, a los trabajadores del campo no les queda más salida que la organización y lucha contra el sistema capitalista de producción en pos de la consecución del socialismo, el único sistema económico capaz de armonizar las relaciones de producción con las fuerzas productivas para hacer que cada avance tecnológico y científico suponga una mejora, no sólo en términos de productividad, sino también en lo que se refiere a una mayor calidad de vida para el pueblo trabajador. La clase obrera es la única que puede tomar el poder político y romper con la lógica capitalista de la acumulación de capital.

Desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) apoyamos una Reforma Agraria antilatifundista y antimonopolista como base para conciliar el progreso tecnológico con la mejora del nivel de vida de campesinos y jornaleros, entre otras cuestiones. Para llevarla a cabo, es necesario la integración de todas las luchas relacionadas con campesinos, obreros, estudiantes, pensionistas, etc, en el Frente Único del Pueblo.

 

¡Por la construcción del socialismo!

¡Por la Reforma Agraria!

 

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)