La amenaza de una guerra total en Oriente Medio

image_pdfimage_print

En la noche del 13 al 14 de abril, Irán dio inicio a la “Operación Promesa Verdadera” al lanzar más de 300 cohetes y drones contra Israel como respuesta al ataque israelí contra su embajada en Damasco del pasado 1 de abril contra el “Eje de Resistencia”, donde acabaron muertos tres altos mandos de la Guardia Revolucionaria: Mohammad Reza Zahedi, Hossein Aminullah y Haj Rahini.

Teniendo en cuenta que la entidad sionista está dirigida por una clase burguesa completamente genocida e imperialista, parece evidente que la decisión de Netanyahu será llevar a cabo una respuesta severa y contundente, la cual buscará dañar lo máximo posible a Irán. En un contexto donde las relaciones internacionales son cada vez más tensas y las fuerzas militaristas piden venganza, el proletariado internacional debe estar seguro de que la entidad sionista no se conformará con pedir sanciones a la ONU o con que se designe a la Guardia Revolucionaria como “organización terrorista”, pese a que según los medios de comunicación la mayoría de los proyectiles fueron interceptados y destruidos.

Frente a la posible respuesta israelí, las fuerzas de defensa de Irán se declararon en alerta máxima y no han sido pocos los comunicados aludiendo a “armas nunca usadas” o a su capacidad nuclear, cuyo empleo supondría llevar a la humanidad al borde de su desaparición por medio de la destrucción mutua asegurada. Por su parte, deben tenerse muy presentes las acciones de los Estados Unidos y del Reino Unido, ayudando militarmente con la interceptación de drones en los espacios aéreos de Iraq y Jordania, colaborando nuevamente con un país abiertamente genocida pese a que el criminal de guerra Joe Biden quiera publicitarse como una garante de la paz frente al desquiciado Netanyahu con motivos claramente electoralistas.

Argentina y Francia son otros dos estados que se han colocado nuevamente con el genocidio y la barbarie de la guerra. Argentina, por medio de la ministra Patricia Bullrich, aseguró  que «el llamamiento a la paz no es la posición argentina, estamos con Israel por convicción, gane o pierda Argentina va a estar a ese lado les vaya bien o les vaya mal» y Emmanuel Macron, por su parte, no dudó en acusar a Irán de haber realizado un ataque desproporcionado. Mientras tanto, los mártires del genocidio en Gaza superan los 42.000, la barbarie, la miseria y el hambre se extiende por los territorios palestinos, y el ataque de Irán es utilizado por las fuerzas imperialistas como una excusa para renovar de cara a la galería su lealtad al sionismo.

Los partidos comunistas no debemos subestimar las políticas bélicas del imperialismo, así como tampoco caer en el error de que Irán es un defensor de la causa palestina; más bien utiliza el sufrimiento del pueblo palestino para sus propios beneficios e intereses en la región. Parece que la guerra proxy que Israel e Irán venían realizando durante décadas ya no es suficiente. Ante este escenario, los comunistas de Irán tienen ante sí la complicada misión de sacudir los cimientos de su burguesía, demostrando la naturaleza reaccionaria del conflicto y convirtiendo, como ya advirtió el camarada Lenin, la guerra imperialista en guerra civil por el socialismo: «Es indudable que la guerra ha creado la más grave de las crisis y acentuado increíblemente las calamidades de las masas. El carácter reaccionario de esta guerra, las mentiras desvergonzadas de la burguesía de todos los países, que disimula sus objetivos de rapiña con una ideología «nacional», suscitan ineludiblemente, en la situación revolucionaria objetiva que se ha creado, un espíritu revolucionario entre las masas. Nuestro deber es ayudar a que las masas adquieran conciencia de ese espíritu, profundizarlo y darle forma. Esta tarea sólo la expresa certeramente la consigna de la trasformación de la guerra imperialista en guerra civil, y toda lucha consecuente de clase durante la guerra, toda táctica de «acciones de masas», aplicada en serio, conduce de modo inevitable a dicha trasformación».

En estos más de siete meses de ofensiva sionista y genocidio, el estado de Israel ha fracasado completamente en su objetivo de destruir Hamás, quedando aún más al descubierto la naturaleza sanguinaria de este régimen de ocupación frente a la opinión pública. Así, bombardear la embajada en Damasco sería parte de un nuevo paso para transformar el genocidio en una guerra regional contra Irán, involucrando directamente a los Estados Unidos y a sus lacayos de la OTAN.

Frente a esto, la posición de los comunistas no puede ser otra que luchar por la desaparición completa y absoluta del Estado de Israel, una entidad cuyo único fin es representar los intereses del imperialismo occidental en Oriente Medio y que trata por todos los medios de esconder su genocidio asesinando periodistas, gastando millones en propaganda y publicitando un modo de vida occidental, pero lo único que copió Israel de Occidente es la política imperialista y la perversidad para cometer un genocidio.

La responsabilidad absoluta de la tensión bélica en Oriente Medio, la posibilidad de una guerra regional, y de los continuos crímenes de guerra debe recaer no solo en el ente sionista, sino también en los Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Argentina y demás países que de manera directa o indirecta encubren y permiten que el pueblo palestino siga pasando hambre, sea bombardeado, desplazado forzosamente de sus hogares y cruelmente asesinado.

 

Madrid, 17 de abril de 2024

 

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Deja un comentario