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La falsa “izquierda” refuerza al fascismo

Uno de los periodistas predilectos del franquismo, el falangista Emilio Romero, que también fue procurador de las Cortes franquistas durante 25 años, decía que “la derecha gobierna para doscientas familias y eso no da votos suficientes, por eso, para ganar unas elecciones, la derecha tiene que mentir”.

Sin duda, el fascismo es una ideología que se sustenta en la deshumanización, el falseamiento de la historia (revisionismo histórico), el chovinismo, el anticomunismo y, por supuesto, la mentira. Pero ello hoy no es solo patrimonio de las organizaciones fascistas, véase PP, VOX o el propio PSOE, sino de las fuerzas oportunistas que apoyan a este último, la “izquierda” del régimen, que no pasan de ser meras comparsas de los monopolios y de su Estado. Un Estado instalado en la reacción, en el fascismo y, consecuentemente, no solo apuntalan la dominación de los monopolios, sino que están plenamente integrados en la maquinaria de explotación y dominación imperialista.

Entre 2010 y 2013, contra las políticas dictadas por Alemania en el seno de la UE y aplicadas por los diligentes gobiernos de Zapatero y de Rajoy, la lucha en la calle se exacerbó así como el número de horas de huelga realizadas creció. El oportunismo dirigió la indignación del pueblo a las instituciones y los que decían que venían a tomar el cielo por asalto  terminaron siendo muleta del PSOE, apoyando la política de la guerra de la OTAN, el incremento del gasto militar, la senda política de la transferencia de riqueza del proletariado hacia el Capital, haciendo políticas laborales que profundizaban las impuestas por Alemania y ejecutadas por Zapatero y Rajoy, etcétera y ese tomar el cielo por asalto resultó ser una política idéntica a la del PSOE, con un feminismo eminente burgués que pretendía acabar con la contradicción de clase sustituyéndola por una pretendida contradicción de sexos que en la práctica no resuelve el problema de la mujer obrera pero confronta y divide a la clase, en la práctica han servido para que la extrema derecha se fortalezca con su discurso ramplón de la persecución del sexo masculino, a la par que han desdibujado y desorganizado a la clase obrera.

El oportunismo podemita, antaño aglutinador del oportunismo clásico – PCE/IU -, con el dedazo realizado por Iglesias en 2021, encumbró a la dirigente predilecta de la patronal dentro de dicho movimiento, Yolanda Díaz (PCE/IU), cuyo proyecto político, es evidente, pasa por sumar al oportunismo para irse integrando en el PSOE. Así pues, hemos pasado de un oportunismo, PCE, que mantenía el discurso de la lucha de clases a la par que avanzaba hacia la socialdemocracia, al oportunismo de IU que, manteniendo discursivamente la lucha de clases se diluyó en el interclasismo y la socialdemocracia. El Podemismo desterró la lucha de clases del discurso político del oportunismo, sustituyéndolo por el feminismo, el “ni de izquierdas ni de derechas” fascista, liquidando de la ecuación a la clase obrera por “los de arriba y los de abajo” y cercenando la naturaleza clasista del Estado. La evolución lógica de este camino, ser abiertamente la muleta del PSOE, mimetizarse e integrarse en él, lo dibuja a la perfección Yolanda Díaz y Sumar, siendo esa la dialéctica del oportunismo en una fase política donde el tablero político del sistema se halla escorado totalmente hacia la extrema derecha. Proceso éste donde la supuesta “izquierda” independentista está coadyuvando y se halla inmerso.

Uno de los acuerdos de SUMAR y el PSOE para la conformación de gobierno en octubre de 2023 fue establecer una jornada máxima semanal de 37,5 horas en 2025, fijando para 2024 una jornada máxima semanal de 38,5 horas.

Ahora Yolanda Díaz, en las elecciones gallegas, pide el voto para SUMAR a la par que dice que hay obstáculos con su socio de gobierno para llevar a término el acuerdo de gobierno de establecer la jornada laboral máxima semanal en 38,5 horas en 2024. Por otro lado, el mejor instrumento de la Patronal – CCOO y UGT –, al que Yolanda Díaz ha dado más prebendas para que vendan a la clase obrera, boicotean junto con la CEOE el establecimiento de la jornada laboral máxima semanal y señalan que la jornada debe contabilizarse en términos anuales, como le interesa a la Patronal.

¿Para qué está Yolanda Díaz y su grupo oportunista en el gobierno? ¿Para no forzar tan siquiera al cumplimiento del pacto de gobierno que firmó? ¿Para qué le sirven la treintena de diputados?

Sin duda, para sancionar políticas que están llevando a la clase obrera a cobrar el salario mínimo, para incrementar la precariedad en el trabajo y hacer que proliferen los contratos a tiempo parcial y fijos discontinuos, que son auténticos puñales en el corazón de la clase obrera, permitir que sigan sucediéndose los desahucios, que sigan deteriorándose los servicios públicos y, fundamentalmente, que los bancos ganen cada vez más y exhiban unos beneficios obscenos a la par que la depauperación de la vida de la clase obrera se acrecienta, a la par que imponen a la clase obrera el MEI y le elevan los impuestos para volver a llenar el fondo de las pensiones mientras no se les exige a los bancos que repongan lo que se les entregó, los 65.000 millones de euros del fondo de pensiones. Es así como el oportunismo, como la “izquierda” – desde SUMAR/PCE/IU/PODEMOS a BILDU – allana el terreno al fascismo para que acceda al ejecutivo, pues el poder del Estado el fascismo lo ostenta desde 1939.

La única salida que tiene la clase obrera es romper con el sistema capitalista y su Estado. Para ello es fundamental el fortalecimiento del Partido Comunista Obrero Español.

 

Madrid, 12 de febrero de 2024

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)