Hace unos días conocíamos la noticia de que nombraron CEO de la empresa china NetDragon Websoft a una inteligencia artificial, en concreto de la filial de Fujian. Tras seis meses la IA logró hacer crecer a la empresa un 10% en bolsa.
La irrupción de esta tecnología de gran potencial y de aplicaciones tan decadentes en la actualidad, muestra de forma ejemplar el carácter de la ciencia en el sistema capitalista; a menudo cuando se piensa en la ciencia, inmediatamente se nos viene a la cabeza la palabra “progreso”, como si el desarrollo de la ciencia fuese, per se, algo que supone progreso.
Hay que saber distinguir entre avance y progreso, pues difícilmente podrían definirse los avances científicos en la industria armamentística como progreso, o poniendo un ejemplo de mayor actualidad, sería imposible catalogar de progreso a la intrusión de la IA en el mundo del arte con el software de texto a imagen, el cual, está construido sobre la explotación y el robo de obras artísticas más vergonzoso y descarado, hecho que ha provocado el nacimiento de herramientas que, de facto, convierten el arte en un fetiche de estética vacía y deslumbrante, que desvaloriza el trabajo humano y embrutece aún más a la clase obrera, pues la intención en la creación de estas herramientas no es “desbloquear la creatividad” o “democratizar el arte”, sino eliminar el factor humano en la creación artística, haciendo uso de herramientas de producción masiva de imágenes, vídeos y música, ¿dónde está aquí el progreso?
La ciencia, desde sus orígenes, siempre fue una herramienta al servicio de intereses económicos, fundamentalmente, y políticos como consecuencia de lo primero. Es innegable que actualmente la ciencia está en bancarrota, pues no solo no sirve al pueblo, sino que ha perdido, hablando de forma generalizada, toda perspectiva de su humanidad.
El fenómeno de las IAs llegará a muchas más ramas de la producción, desarrollándose aún más la contradicción entre capital constante y variable, hecho que muestra la inutilidad y decadencia del sistema capitalista.
Frente a este panorama de decadencia la única solución que existe es la construcción del partido de la clase obrera, la destrucción del sistema capitalista y la instauración del socialismo. Solo el pueblo, en su misión por la construcción de la sociedad comunista, será capaz de orientar la ciencia hacia lo humano, hacia lo necesario. Para ello, es fundamental que todo comunista esté a la altura del momento y decida emprender el camino de la acción, dando pasos hacia adelante en la construcción del partido siendo parte de la solución y no del problema.
¡SOCIALISMO O BARBARIE!
¡FORTALECE LAS FILAS DEL PCOE!
Comité Regional del PCOE en Madrid