«No hay límites» para el Banco Central Europeo
Parece acercarse poco a poco el “sálvese quien pueda”. El sistema económico, político y financiero está totalmente quebrado y el propio capital internacional no sabe ya por dónde tirar como se pudo comprobar en el último Foro Económico Mundial de Davos.
El presidente del BCE Mario Draghi afirma que “no hay límites” con tal de salvar a la Unión Europea. Su plan Quantitative Easing consiste en comprar más deuda pública o privada inyectando otros 60 mil millones de euros en el mercado hasta por lo menos marzo de 2017. El objetivo es que aumente la inflación hasta el 2%. Al mismo tiempo se compensan las pequeñas subidas de salario que se hayan pactado con los empresarios. El capital actúa siempre de la misma manera.
Pero hoy el capital se encuentra en una espiral de la que no puede salir en la que el dinero (sobre todo el dólar) a base de imprimir papel (billetes) para “estimular” la economía acaba por no valer nada. La Reserva Federal de EEUU (el equivalente al Banco Central Europeo) invirtió 2,6 BILLONES de dólares en bonos entre 2008 y 2014 para evitar el colapso del sistema financiero y para promover la creación de empleo.
Es así que el motor del capitalismo mundial y sus compañeros de viaje como la Unión Europea y Japón se mantienen respirando artificialmente con varias sondas conectadas a su cuerpo porque están moribundos.
Los billetes pueden no valer nada, pero sí todo lo que producen los trabajadores de la ciudad y el campo y que satisface las necesidades de la sociedad. Es por eso que son ellos unidos y organizados los que pueden darle la puntilla a este sistema moribundo y edificar una nueva sociedad sin parásitos que especulen con nuestras esperanzas. De que haya un Partido Comunista que los una y organice depende que no vayamos al “sálvese quien pueda”.