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Sobre la Universidad de Sevilla (US)

Los mecanismos de reproducción social del Capital se extienden como tentáculos por todas las esferas de la vida. La Universidad, centro neurálgico de la educación burguesa, es una de las herramientas al servicio de la clase dominante para la domesticación de la conciencia revolucionaria; un lugar infestado de la aristocracia obrera más sirviente al capitalismo. Las políticas educativas demuestran día tras día al servicio de quién está la educación.

 

Sabemos que el próximo 13 de junio la Universidad de Sevilla (US) nombrará a Felipe González como Alumni de Honor, al mismo Felipe de los GAL y la guerra sucia contra la clase trabajadora organizada. No sorprende este hecho, pues ya el año pasado recibió dicho título la presidenta de Persán, empresa conocida por la juventud trabajadora sevillana debido a los altos niveles de explotación y las miserables condiciones que la patronal impone. No es casual que dicho acto se realice en estos momentos, donde el que fue presidente del Gobierno durante 14 años muestra públicamente su faceta más reaccionaria y derechista.

 

La US le hace un gran favor a uno de los personajes que más ha perjudicado a la clase trabajadora del Estado español, junto a sus sindicatos CCOO-UGT, en la tarea de blanquear la reacción. Recordamos grandes hazañas como la promesa de “crear 800.000 puestos de trabajo” en su primera legislatura para, inmediatamente, destruir 900.000; esgrimir por el indulto a personalidades tan rastreras como Juan Hormaechea o Jesús Gil. Por otro lado, fue Felipe González quien legalizó -tras la reforma laboral- en 1994 la entrada de ETTs, condenando a la esclavitud a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras, a la vez que asegurando la buena tajada a los capitalistas. Por no hablar de la adhesión del Estado español en el 82 a la organización terrorista OTAN. De aquellos polvos, estos lodos.

 

El pasado miércoles 10 de abril la Red Universitaria por Palestina organizó un acto en diversos centros universitarios de todo el Estado, llevando como principal ponente a la relatora de Naciones Unidas para Palestina. El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, Fernando Llano, censuró de manera totalmente arbitraria dicho acto por el carácter político de la misma. Cabe preguntar ¿Qué acto que se lleve a cabo en la Universidad, incluso el de impartir o recibir clases, limpiar los baños o poner el desayuno, la ausencia de alumnos por compaginar estudios y trabajo, no es político? ¿Acaso es menos político el nombramiento de Felipe González como Alumni de Honor? Nos encontramos en una paradoja ante la prohibición de un acto por su carácter político, puesto que la misma censura es un acto político en sí mismo. Finalmente, tuvo que sucederse en las instalaciones de la Facultad de Psicología. Ante este hecho, son varios los sindicatos que exigen la inmediata dimisión del catedrático. Este es el decano que preside la Facultad de Derecho de la US, un reaccionario que niega el genocidio del Estado sionista de Israel y los cómplices occidentales -principalmente EEUU-, alguien que veta una denuncia pública sobre la masacre que se está perpetrando en próximo oriente, alguien cómplice respecto a la desmovilización y desinformación del genocidio.

 

Recientemente ha saltado la noticia acerca de un becario de la US, concretamente del departamento de Prehistoria y Arqueología, que está siendo investigado por la misma Universidad. Es el caso de un profesor que incita e invita a tomar drogas duras a algunos de sus alumnos, a la vez que sexualiza a las alumnas a las que imparte docencia. Se le acusa de suplantación de identidad y trato vejatorio contra el alumnado. Dicho becario tiene largo historial a sus espaldas por violencia machista, además de un juicio pendiente por violencia de género. No obstante, no ha sido hasta que los alumnos se han organizado para hacer una denuncia pública que la US no ha movido un dedo.

 

No es de extrañar que instituciones como la US, a la que poco o nada le importa la situación de su alumnado, se alerte de una situación escandalosa cuando tal caso se hace viral y maldice la reputación pública, dañando su imagen.

 

Esta es la situación que atraviesan los alumnos y alumnas de la Universidad de Sevilla, una institución no sólo cargada de reaccionarios y machistas que actúan en detrimento de los estudiantes de la clase trabajadora, sino una herramienta del capital en manos de los grandes monopolios bancarios. La tendencia necesaria para el sistema capitalista de producción es clara: la privatización. El aumento de las tasas, las precarias condiciones de vida de la juventud trabajadora que debe desdoblarse en el tajo -obligado a trabajar para poder estudiar-, haciendo que sólo aquel estudiantado acomodado pueda aspirar a continuar la rueda de la superestructura educativa. De esta manera, el ciclo burgués en la enseñanza superior se renueva generación tras generación.

 

Ante esta situación sólo nos queda la organización del proletariado hacia una lucha única contra el capital. La unificación de las luchas en una sola, poniendo fin a la parcialización y atomización de luchas que no aspiran más que a fortalecer las condiciones de tal o cual sector o las condiciones de los trabajadores y trabajadoras de tal o cual empresa en particular. La unión del estudiantado, amas de casa y pensionistas, de los trabajadores en activo y los parados, en una sola lucha contra el sistema que nos oprime como clase. Crear la unidad de clase en aras de constituir nuestras propias instituciones; hacer realidad el Frente Único del Pueblo como superación del estado actual de las cosas.

 

Para la unidad de la clase trabajadora es requisito indispensable la unidad de los comunistas en el Partido Comunista de Nuevo Tipo, haciendo posible una real y amplia vinculación con las masas proletarias en todos y cada uno de los lugares. Basada en la unidad de acción, la praxis revolucionaria en el proceso de unidad superará las contradicciones que afloran en el MCE. Es un duro pero necesario trabajo. Por ello, desde el Partido Comunista Obrero Español hacemos un llamamiento al proletariado en su totalidad (estudiantes, amas de casa, trabajadores, etc.) para la unión necesaria que pondrá fin a la esclavitud asalariada. Asimismo, hacemos un llamamiento a la honestidad de las organizaciones que reivindican el marxismo-leninismo -y la consecución del comunismo- para consagrar dicha unidad de acción. Unidad necesaria para el desarrollo revolucionario que debe imponer la clase trabajadora.

 

¡POR UNA EDUCACIÓN AL SERVICIO DE LA CLASE TRABAJADORA!

¡POR LA UNIDAD DE LOS COMUNISTAS!

¡PROLETARIOS DE TODO EL MUNDO, UNÍOS!

 

Célula Iósif Stalin del PCOE