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Un Ministerio de Trabajo al servicio de las empresas

La Ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha demostrado desde el primer momento estar al servicio de la patronal de este país, aplicando toda clase de medidas que permitan a las empresas explotar al máximo a los trabajadores.

El Gobierno más progresista de la historia lleva ya más de un año pagando con dinero público los salarios de cientos de miles de trabajadores a través de los ERTEs, que no es más que una forma de proteger al capital con la excusa de salvar puestos de trabajo que posteriormente desaparecen al convertirse los ERTEs en EREs.

Ante semejante despropósito los medios no dudan en encumbrar a la Ministra, día sí día también, creando un nuevo mito de la izquierda, como lo fueron en el pasado otros oportunistas, siempre al servicio del Estado, siempre al servicio del capital.

La servidumbre que muestra el oportunismo ante la patronal es tal que, ante la emergencia surgida por la erupción del volcán de La Palma, los ‘agentes sociales’ – patronal y sindicatos amarillos – y el Gobierno – representado por el Ministerio de Trabajo – han acordado diseñar ERTEs especiales para esta situación. Poco han tardado en aprovechar esta catástrofe para transferir más dinero público a manos privadas.

La patronal se muestra exultante ante semejante sumisión a sus intereses, siendo la relación entre el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y la Ministra Yolanda Díaz una muestra más de la complicidad entre patronal y Estado, siendo éste último el órgano mediante el que la burguesía gestiona sus asuntos y aplica su dictadura.

Por si quedaba alguna duda, este 23 de septiembre Díaz anunciaba que en 2022 se llevará a cabo una reforma de la ley de los husos horarios en el trabajo, de manera que se permita una mayor flexibilización de la jornada laboral, tanto a favor de la empresa como del trabajador. Ahí tenemos a una Ministra supuestamente comunista negando la lucha de clases, ocultando su esencia, que implica que ninguna medida puede ir a favor de los dueños de las empresas y de los trabajadores a la vez, cuyos intereses irremediablemente opuestos hacen imposible esa supuesta conciliación que el oportunismo se empeña en intentar vendernos.

El discurso de la flexibilidad es abanderado hoy en día por empresas expertas en exprimir a sus trabajadores, que hablan de ‘flexibilidad y libertad responsable’ y alaban la libertad individual frente a los derechos colectivos como una supuesta mejora ante la ‘rigidez’ del sistema actual – la misma rigidez que critica la Ministra -. Díaz apuesta igualmente por esa flexibilidad, que no es más que supeditar las condiciones de trabajo a la negociación individual en lugar de la colectiva, lo que equivale a darle todo el poder a las empresas que, siendo en el capitalismo el despido libre, podrán aplicar cualquier medida que el trabajador deberá aceptar si quiere conservar su puesto de trabajo.

Mientras vemos como la automatización en manos de la burguesía, en lugar de mejorar las condiciones del pueblo trabajador, genera cada vez más paro y miseria, como hace que cada vez se reduzcan más las horas de trabajo necesarias para producir a mayor ritmo, en lugar de reducir la jornada laboral sin reducir el salario, el oportunismo apuesta por la flexibilidad, que no es más que decir que apuesta por dar más poder aún a la burguesía frente a los trabajadores.

Esta es la esencia del gobierno de coalición entre socialfascistas y oportunistas. Esta es la realidad que nos espera a la clase trabajadora si no somos capaces de acabar con este sistema y su Estado, derrocando el capitalismo de forma revolucionaria para construir el socialismo, como fase primigenia del comunismo.

 

Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)