El ejecutivo de Pedro Sánchez ha demostrado, en apenas dos meses, un firme compromiso con las políticas imperialistas nacidas de los monopolios de la Unión Europea y de Estados Unidos. Sin rezagarse ni un ápice de las tareas encomendadas por estos y realizadas por el anterior Gobierno del Partido Popular, el nuevo Gobierno del cambio no ha dudado ni un instante en asumir sin pudor ninguno las asquerosas e inhumanas exigencias del imperialismo, incluso desdiciéndose de sus promesas en la oposición cuando ha hecho falta.
El último ataque, producido desde el Ministerio de Exteriores dirigido por Josep Borrell, es el referido a la situación en Gaza mediante un comunicado que pretende criminalizar la resistencia palestina y situar en el mismo plano a opresores-Israel y su política de ocupación y eliminación contra los palestinos- y a oprimidos-Palestina y su lucha contra la ocupación y asesinatos en masa de su pueblo-. Una táctica básica de la derecha internacional en su lucha ideológica por imponer sus intereses, impropia incluso para la socialdemocracia clásica, que hoy calla en España, convirtiéndose en cómplice del Gobierno en la aplicación de las políticas imperialistas marcadas por los monopolios.
No es la única vez en este poco tiempo de Gobierno que el ejecutivo de Sánchez ataca objetivos fijados por los monopolios internacionales. El comunicado sobre el ataque contra el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, dedica más contenido a justificar el ataque que a denunciarlo, no reconociendo las instituciones del país y negando allí la democracia. Cuesta trabajo ser más cínico, cuando en las cárceles españolas no dejan de aumentar los presos políticos, la pobreza de las familias trabajadoras y no se respetan en absoluto los derechos fundamentales a la vivienda o al trabajo digno, por mencionar solo algunos, en el estado español.
Más cínico y criminal es el cambio de criterio con respecto a las devoluciones en caliente de los migrantes en Ceuta y Melilla. Quizá“el cambio” en el Gobierno que promulga el PSOE sea este, porque ha pasado de denunciar en 2015 que las devoluciones en caliente»vulneran el derecho a la petición de asilo o de protección internacional» a escuchar al Ministro de Interior Grande-Marlaska decir lo mismo que decía Fernández Díaz, que»no se ha cometido ninguna irregularidad en base a la legislación vigente porque han sido devoluciones en frontera, sin que se haya pisado el suelo español» justo después de que el pasado 26 de julio 27 migrantes fueran expulsados de forma inmediata sin ser identificados ni permitir su acceso a asistencia letrada ni intérprete, precisamente las condiciones que, según criticaba el PSOE en 2015, impedían de facto su acceso al asilo.
La reunión con la canciller alemana Ángela Merkel deja bien a las claras el compromiso del actual ejecutivo con el imperialismo europeo, en la que Pedro Sánchez renovó sus pretensiones de cumplir todas y cada una de las políticas de los monopolios, como viene haciendo desde su reciente llegada a La Moncloa.
No es extraño el actuar de este“Gobierno del cambio” que no cambia nada. Las huelgas se suceden, los trabajadores somos cada día más pobres, la corrupción aparece en cada institución del estado y los monopolios siguen ganando dinero a manos llenas. Medidas anunciadas en la oposición, como el impuesto a la banca para pagar las pensiones anunciado a inicios de año, son desechadas una vez en el Gobierno. Y es que el PSOE debe cada vez más dinero a la banca, incluso condonándole ésta parte de ella incumpliendo la obligación de informar al Banco de España. Nadie en su sano juicio puede pensar que un partido político que debe su existencia al capital bancario puede lesionar los intereses de estos en favor de los del pueblo trabajador.
La realidad, que viene describiendo el Partido Comunista Obrero Español y que hoy se observa nítidamente, es que el panorama político español se ha escorado tanto a la derecha que, si ya las pocas-pero deleznables y catastróficas para la clase obrera- políticas llevadas a cabo por Pedro Sánchez son absolutamente de derechas, demostrando ser éste un perfecto lacayo de las burguesías europeas y estadounidenses, ha obligado a auténticos y abiertamente fascistas como Albert Rivera y Pablo Casado a declaraciones altisonantes contra la inmigración, apoyadas en falsedades y mentiras, para mantener su distancia política con el PSOE. Mientras, la socialdemocracia de PODEMOS calla ante estos ataques y mentiras vertidos por el Ministerio de Exteriores, cual cómplice de estas agresiones imperialistas.
El Partido Comunista Obrero Español denuncia a este Gobierno mentiroso y criminal, cuya pretensión no es otra que la de engañar al pueblo español para lograr su apoyo, obtener legitimidad y dar continuidad a las asquerosas políticas imperialistas. Este Gobierno no ha cambiado la situación del pueblo trabajador ni la va a mejorar jamás, porque es un Gobierno de derechas, tal y como está demostrando en la práctica, y se debe enteramente a los intereses de los monopolios.
El pueblo, las clases oprimidas, deben formar un Frente Único contra el capital que permita expulsar a los monopolios y sus lacayos del poder político para que sean los trabajadores, la clase mayoritaria, quienes tomen las riendas y el poder político de una vez por todas, construyendo el Socialismo que permita la emancipación de nuestra clase y que se fundamente en la solidaridad internacional con los trabajadores del mundo. Esta es la única forma de lograr la paz de la que nos priva el imperialismo criminal.