En el día de ayer, 26 de enero, la potencia más criminal de la historia, los EEUU, sus aliados de la UE y sus lacayos gobiernos fascistas títeres del Grupo de Lima, recibieron otra derrota, esta vez en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la mayoría absoluta de los 35 estados participantes en dicho órgano rechazaron el intento de legitimación del golpe de estado en Venezuela por parte de EEUU y sus aliados.
Esa derrota se debe sumar a la que ya cosecharon EEUU y sus fantoches títeres en América Latina un día antes en la OEA, que también rechazó apoyar el golpismo en Venezuela y respaldar al títere fascista que Trump llamó a autoproclamarse Presidente interino de la República Bolivariana de Venezuela para convocar unas elecciones del agrado -y del amaño- de los EEUU.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, en el Consejo de Seguridad de la ONU celebrado en el día de ayer, ofreció datos de cómo los EEUU, junto a sus esbirros fascistas de la oposición venezolana, la UE y del Grupo de Lima, han ido pergeñando el intento de golpe de estado a lo largo del último año, así de cómo tanto los EEUU, como la UE, vulneran el derecho internacional. Y es que a las potencias imperialistas en declive, EEUU y la UE, ya no les vale ni tan siquiera el derecho internacional, su derecho internacional, en el que se han apoyado para expoliar y sojuzgar al mundo a lo largo de estas décadas, para sostener su posición, no dudando en pasar por encima de él.
Tras el golpe de estado fallido en Venezuela en abril de 2002 de otro títere de Washington, el empresario Pedro Carmona Estanga, EEUU ha ido fustigando y creando condiciones para agredir al país caribeño y para desencadenar un cambio de gobierno, ya fuera por la vía de las elecciones o por la vía del golpe de estado. De tal modo que EEUU, junto a los estados latinoamericanos, ha ido volteando los gobiernos aliados del Chavismo – ya sea mediante golpes de estado blandos como en Brasil o mediante la corrupción -, ha cambiado la correlación de fuerzas en Latinoamérica entronizando el fascismo, tratando de aislar al máximo a Venezuela en la región, ha dirigido a la oposición fascista de Venezuela, manceba de Washington, pero a la que el Chavismo ha dejado intacta su capacidad económica y política en lugar de reprimirla, de tal modo que EEUU, con el punto de apoyo de la gran burguesía venezolana en el interior construyendo un contrapoder, ha asfixiado económicamente a Venezuela por la vía del bloqueo económico y de medidas económicas tendentes a sostener e incluso bajar el precio del barril de petróleo, para estimular en el interior la disidencia como consecuencia del empeoramiento económico y material del pueblo, y por otro lado, agudizando la crisis política derivada de las estrecheces económicas, construyendo un contrapoder político estimulando la guarimba y haciendo llamamientos al golpe militar, un día sí y otro también.
El declive de la potencia imperialista estadounidense, que cada día necesita más la guerra para tratar de sostener una posición cada vez más cuestionada y resquebrajada, unida a la inconsistencia ideológica y política del socialismo del siglo XXI, que en las antípodas del socialismo real, ha desarrollado proyectos socialdemócratas capitalistas en la región que han allanado el paso al fascismo, sembrado por los EEUU en países como Ecuador, Brasil o Argentina, nos conducen a la situación actual de América Latina y de Venezuela. Esta última década en Latinoamérica, si algo se ha demostrado, es la certeza del marxismo-leninismo y que la única vía de avanzar hacia el socialismo es derrocando a la burguesía, destruyendo el estado burgués desde la raíz y levantando un estado proletario, socializando los medios de producción y los recursos de los países y poniéndolos al servicio del proletariado nacional y del resto de los países del mundo, por la causa del Socialismo y del derrocamiento del imperialismo. Aquéllos que desde banderas comunistas hablaban de sumar sus fuerzas al socialismo del siglo XXI para llevar hacia adelante proyectos socialdemócratas, sin despojar a la burguesía de sus privilegios, y por tanto, del poder, deberían reflexionar bastante, pues sus tesis de profundizar en la democracia burguesa para erosionar al imperialismo – el norteamericano para ellos – y para avanzar hacia el socialismo, se han mostrado falsas, un fraude, como décadas atrás ya había pasado en Europa con el eurocomunismo.
El imperialismo es la fase última del capitalismo, es el capitalismo putrefacto donde un puñado de criminales que concentran la riqueza en sus manos oprimen a la mayoría del mundo. Lenin es claro afirmando que para los imperialistas la guerra es el medio para suprimir la desproporción existente entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la acumulación del capital, y para el reparto de las colonias y de las esferas de influencia para el capital financiero. Ayer en la ONU, con el derecho internacional que hoy es el derecho de las potencias imperialistas, estas potencias dirimían en una mesa circular los intereses de sus monopolios, ajustando el reparto del mundo a los mismos. Nadie cuestionaba el imperialismo, nadie cuestionaba la dictadura de los monopolios a nivel planetario, sino que era una pugna por la hegemonía entre los imperialistas. La única alternativa real al imperialismo es el socialismo, contra la barbarie imperialista que entroniza al fascismo, donde se encuentra la socialdemocracia como bien acredita el PSOE. Los Partidos Comunistas debemos reconstruir el Movimiento Comunista Internacional, desterrando los vicios que nos llevaron a la derrota y donde nuestros esfuerzos se concentren en la edificación de táctica y estrategia que sirva para atraer a las masas trabajadoras de los países en la lucha por la emancipación clasista, por el socialismo, participando activamente en las luchas cotidianas del pueblo trabajador y tratando de conformar la unidad de acción de todas las luchas de los diferentes sectores del proletariado y sus organizaciones, construyendo desde la práctica la unidad de la clase que nos conducirá a la unidad real de su vanguardia, de los comunistas, y fundamentalmente nos permitirá ir construyendo el contrapoder que deberá acabar con el poder de los capitalistas. Y es que mientras los comunistas no cumplamos con este deber, los imperialistas, con independencia de quien sea la potencia hegemónica, seguirán expoliando y agrediendo al mundo, estando la humanidad en un serio peligro de desaparición como consecuencia del desprecio a la vida y al planeta por parte del imperialismo.
Desde el Comité Ejecutivo del PCOE, cuando se realizó la Moción de Censura en junio de 2018, señalamos lo siguiente: “Este movimiento [la moción de censura] le sirve al PSOE para tratar de resituarse en el panorama electoral y a los monopolios les sirve para hacer que todas las fuerzas políticas se escoren hacia la derecha y, ante el pueblo, tratar de ‘relanzar’ la idea ilusoria entre el pueblo de que el sistema es ‘democrático’ y puede ser regenerado desde dentro. Curiosa democracia cuando la censura es la reafirmación de la política del censurado y curiosa regeneración de aquéllos que están tan corrompidos como el PP porque ambos son el Estado”.
Venezuela ha retratado esta realidad que expresaba nuestro Comité Ejecutivo hace más de medio año: el tablero político en España está totalmente escorado a la derecha. De hecho, el oportunismo, donde descuella PODEMOS/IU/PCE, y los medios de comunicación del capital, han hecho que la burguesía de un partido corrupto y en declive como el PP, haya sacado tres partidos fascistas “saneados” que por la vía del voto sostienen la fuerza del PP, reconstruyendo la pata ‘derecha’ del sistema; por otro lado, los oportunistas PODEMOS/IU/PCE así como los nacionalistas e independentistas catalanes y vascos, auparon al corrupto PSOE al poder, reconstruyendo su fuerza desde el Gobierno, de tal modo que la pata ‘izquierda’ del sistema también queda salvaguardada. El Estado fascista ha reconstruido su sistema político, que estaba en bancarrota, apostándolo todo al fascismo, pues todos ellos, tanto la pata ‘derecha’ como la ‘izquierda’ del sistema político en España, son fascistas.
En el día de ayer, el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez anunciaba la posición del Gobierno español ante el intento de golpe de estado en Venezuela por parte de EEUU, en la que el dicho gobierno, dirigido por el PSOE, se posiciona con el fascismo a favor del golpe de estado en Venezuela, dando un ultimátum al Gobierno venezolano para que convoque “elecciones libres, limpias y democráticas”, esto es, elecciones al gusto de los EEUU y de la oposición fascista, o reconocerá a Guaidó como presidente interino, es decir, reconocerá el golpe de estado en ocho días. Esta posición del Gobierno del PSOE ha sido adoptada por Francia, Reino Unido y Alemania, y defendida en el Consejo de Seguridad de la ONU por estas tres potencias, posición que fue derrotada pero que, al parecer, será adoptada por la UE.
Pedro Sánchez y el PSOE, con este posicionamiento, coinciden con los fascistas VOX, PP y Cs y se posicionan del lado de la vulneración del derecho internacional, del desprecio a la soberanía del estado venezolano. Pedro Sánchez, con sólo 84 escaños, y que es presidente del gobierno habiendo recibido sólo el 15,67% de voto de los españoles, o lo que es lo mismo, el 22,66% del voto emitido, tiene la desvergüenza de apoyar a un personaje como Guaidó, que no ha sido votado por el pueblo venezolano, y cuestionar la legitimidad democrática de Nicolás Maduro, cuando éste venció las elecciones del 20 de mayo de 2018 con el 67,84% de los votos emitidos, sacando en un país con 15 millones menos de votantes que en España, un millón de votos más que Pedro Sánchez. Y es que Maduro tiene más apoyo popular en Venezuela, en porcentaje, que los fascistas Pedro Sánchez en España, Macri en Argentina, Iván Duque en Colombia o Trump en EEUU. Con este posicionamiento, el PSOE descalifica al que fue su secretario general y Presidente del Gobierno entre 2004 y 2011, José Luis Rodríguez Zapatero, que reconoció la limpieza del proceso electoral celebrado en Venezuela el 20 de mayo de 2018 que arrojó la mayoría para el chavismo, y donde el pueblo otorgó su confianza a Maduro para ser Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
El Partido Comunista Obrero Español condena y rechaza la posición lacayuna del Gobierno de España, la cual no nos representa en absoluto. También denunciamos la indecente posición del socio de gobierno del PSOE, PODEMOS, que también exige “elecciones limpias” al gobierno de Venezuela, al igual que el PSOE, no dudando en posicionarse, ya sea de manera abierta o soterrada, a favor del golpe de estado en Venezuela. Desde el PCOE hacemos un llamamiento al pueblo trabajador del estado español a rechazar el golpismo en Venezuela y la posición del Gobierno español, el cual no tiene la legitimidad para arrastrarnos a compartir la posición de EEUU, que desea el derramamiento de sangre del pueblo venezolano para robar sus reservas de petróleo y gas. Asimismo, trasladamos nuestro internacionalismo y nuestra solidaridad con el pueblo venezolano y con su Gobierno, cuyo Presidente es Nicolás Maduro Moros.
Madrid, 27 de enero de 2019
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)