Los partidos socialdemócratas, eurocomunistas y trotskistas, es decir, aquellas organizaciones que reniegan de la teoría y práctica del marxismo-leninismo, son inservibles para la lucha revolucionaria del proletariado, ya que sus esfuerzos no se encaminan a la toma del poder y a la imposición del socialismo, sino a la lucha por las reformas dentro del parlamento burgués.
No obstante, el periodo que se abre ante nosotros, caracterizado por la lucha entre el bloque imperialista en decadencia de la OTAN y el emergente de los BRICS, la bancarrota económica del modo de producción capitalista, las contradicciones económicas surgidas a causa de la automatización de la producción y el auge del fascismo, instaura una nueva época de choques abiertos entre clases, una época en la que la clase trabajadora a nivel internacional debe preparar sus fuerzas para acabar con el imperialismo.
Este periodo, que se aceleró con la pandemia de la COVID-19 y la guerra en Ucrania, presenta ante el proletariado una tarea fundamental: la reorganización de las fuerzas revolucionarias, la unidad de acción de los comunistas y la construcción de un nuevo Movimiento Comunista Internacional fiel al socialismo científico, al internacionalismo proletario y a la Revolución Proletaria a nivel mundial.
He aquí la necesidad de un partido combativo y revolucionario. He aquí la necesidad del Partido Comunista Obrero Español.
El partido leninista es el instrumento sublime del proletariado, es esencial para guiar y llevar al proletariado hacia su emancipación, es imprescindible para derrocar revolucionariamente al capitalismo y su clase social, para construir el socialismo y para sostener la dictadura del proletariado.
El Partido es, en primer lugar, un espacio donde la lucha contra la burguesía nos hermana y nos iguala. Se trata de un espacio político donde hombres y mujeres, guiados por su conciencia de clase, trabajan para fortalecer el Partido, con la mirada puesta en la destrucción del sistema capitalista. Los militantes comunistas son los elementos ideológicamente más avanzados de la clase obrera y forman parte de su destacamento principal en su unión con las masas trabajadoras y sus reivindicaciones. Su misión es promover la lucha de clases y el propio desarrollo del Partido.
Para ello, el Partido tiene que educar y organizar a las masas y sus militantes tienen que formarse constantemente. La unidad del trabajo teórico y práctico es lo que diferencia al militante comunista, al ideólogo, al revolucionario, del simple charlatán; y es en la unidad de la teoría con la práctica donde ambas se implementan y forjan a sus cuadros. Los cuadros del Partido surgen en la lucha. Como dijo el camarada Stalin: «La teoría deja de tener objeto cuando no se halla vinculada a la práctica revolucionaria, exactamente del mismo modo que la práctica es ciega si la teoría revolucionaría no alumbra su camino».
Ahora bien, ¿se trata simplemente de esto? Hay otros aspectos importantes que definen a un verdadero Partido Comunista de los partidos que así se autodenominan falsamente, y que es la lucha contra el veneno burgués del revisionismo, referido a la revisión teórica de la ciencia del marxismo-leninismo, y el reformismo. Este consiste en creer que con algunos retoques y algunos parches económicos el capitalismo puede ser un espacio “agradable” para la clase obrera.
En el Partido Comunista Obrero Español llevamos a cabo una lucha a muerte contra el revisionismo y el reformismo, dos elementos cancerígenos que no quieren superar el modelo económico capitalista y que fían toda su labor al aspecto parlamentario y a la colaboración entre clases sociales. En el Partido Comunista Obrero Español tenemos claro que la única vía posible para la supervivencia de la clase obrera es la destrucción del sistema capitalista, y es un hecho innegociable para nosotros que la única vía es la revolucionaria.
Otro rasgo que define a los partidos revisionistas y reformistas es dejar de lado la lucha de clases y centrar toda su actividad en luchas parciales, como el feminismo o las luchas del colectivo LGTB, por poner sólo dos ejemplos, quitándole su sentido de lucha de clase social. El Partido Comunista también participa en luchas parciales, como la lucha sindical en los centros de trabajo, la emancipación de la mujer obrera o contra la discriminación que sufren los camaradas LGTB. La diferencia es que nuestra lucha parte de la intención de unir todas las luchas en una única lucha de clases, y no convertimos esas luchas en el objetivo final, como hacen las organizaciones revisionistas y reformistas, sino que organizamos a las amplias masas proletarias desde su posición de obreros, de desposeídos, con igualdad y respeto como camaradas con iguales deberes y responsabilidades en la lucha contra un modo de producción capitalista que, en la fase actual de imperialismo agonizante, nos condena a una vida de miseria, represión, fascismo, guerra y muerte.
Un nuevo rasgo que define al PCOE como verdadero Partido Comunista es el funcionamiento mediante el centralismo democrático, que combina el centralismo en la toma de las decisiones con la democracia participativa para maximizar la eficacia. El centralismo democrático, en este sentido, se opone a la burocracia y a las formas de organización de otros partidos que se autodenominan comunistas o marxistas-leninistas. Las decisiones del centralismo democrático se discuten en órganos de diferentes jerarquías, donde los debates circulan de abajo hacia arriba y viceversa. Esto supone que el intercambio de opiniones posibilita la participación de las bases en el poder.
El centralismo democrático es el más importante de los principios mencionados y presupone lo siguiente: Primero, el partido tiene Programa y Estatutos únicos y un órgano dirigente plenipotenciario, el Congreso del partido; entre congresos este papel dirigente lo desempeña el Comité Central; Segundo, en el partido existe una disciplina única e igualmente obligatoria para todos los militantes. La minoría debe estar subordinada a la mayoría, las organizaciones locales al centro y las instancias inferiores a las superiores; Tercero, las decisiones aprobadas por los organismos superiores son de obligatorio cumplimiento para los órganos inferiores; Cuarto, los organismos dirigentes del partido a cualquier nivel se conformarán por elección y son removibles y periódicamente deben rendir cuenta de su labor ante sus respectivas organizaciones del partido y ante los órganos superiores. El camarada Lenin señaló en reiteradas ocasiones que el centralismo democrático no es un objetivo en sí, sino un medio para conseguir determinados fines políticos y que el centralismo no se opone, ni mucho menos, a la democracia en el seno del partido. El centralismo y la democracia son partes inseparables de un todo único.
El Partido Comunista Obrero Español trabaja en el plano nacional e internacional por la unidad comunista, que es la unidad de la clase obrera y la condición sine qua non para que la clase obrera pueda conquistar su emancipación y desarrollar su nueva formación socioeconómica, socialista, y construir un mundo libre de explotación y de desigualdad donde el ser humano abandone su prehistoria y pase a construir conscientemente su historia. Por ello defendemos la construcción de la Internacional Comunista, de la unidad de los comunistas. Por eso, te llamamos a unirte y engrosar nuestras filas en este Partido que el camarada Lenin definió de nuevo tipo.
¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL SISTEMA CAPITALISTA!
¡MILITA EN UNA ORGANIZACIÓN MARXISTA-LENINISTA!
¡ENGROSA LAS FILAS DEL PCOE!
COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)