La Justicia de la República burguesa de Francia está dando ejemplos para que los trabajadores tomemos nota: no se permitirá que los trabajadores se opongan a que los empresarios despidan masivamente, cierren las fábricas o se lleven las maquinarias a otra parte.
Ocho trabajadores de Goodyear han sido condenados a 2 años de CÁRCEL por intentar evitar que se lleven la fábrica de Amiens a Corea del Sur donde es más barato explotar a los trabajadores.
Por arrancarle las camisas a unos directivos de Air France que planifican el despido de casi TRES MIL empleados cinco asalariados han sido detenidos por la policía y despedidos por “agresiones físicas” y 18 gravemente sancionados. Esa es la violencia de unos y la violencia de otros frente a frente y a quién da la razón la Justicia burguesa francesa.
Para esa justicia no es “agresión” los despidos masivos ni los bombardeos a civiles en los que participan sus ejércitos ni sus Rafales que tanto éxito tienen en países tan “democráticos” como Arabia Saudita, Qatar o Egipto.
El Estado francés como el resto de Estados europeos está mostrando su faz más reaccionaria de forma cada vez más evidente y eso que sólo se producen reacciones desesperadas y desorganizadas de los trabajadores. Está marcando claramente la línea roja: la PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.
¿Qué no hará cuando los trabajadores de todos los sectores vayamos a una con la intención de tomar lo que debe ser nuestro porque lo producimos con nuestro sudor?