Hay que reconocer que el régimen capitalista a pesar de ser un sistema ya agotado tiene la capacidad de vender lo viejo como nuevo, lo arcaico como moderno y lo que es más grave: lo reaccionario como revolucionario.
¿Cómo puede uno calificar si no esas corrientes seudo-religiosas derrochadoras de ego con nombres como “desarrollo personal”,”crecimiento personal” o “revolución interior”. Yo, yo y más yo. Ego, ego y más ego. De curas pasamos a chamanes o monjes budistas y de cantos gregorianos a mantras.
En un momento histórico donde es más evidente que los grandes y más graves problemas que atraviesa la humanidad son comunes y colectivos y por tanto la salida debe ser colectiva las capas medias de la sociedad capitalista reproducen los mantras milenarios que buscan la solución individual y en el más allá. Revolución sí, pero no colectiva sino interior.
Estos mantras son por ello promocionados sin descanso en la época actual de crisis y bancarrota total del sistema capitalista. Como ejemplo tomemos una radio pública como RNE. En el programa “Entre paréntesis” podemos oír los siguientes cantos de sirena que persiguen hipnotizar a la audiencia:
“Continuamos con música para meditar, sonidos ancestrales que han ayudado al ser humano a conectar con su yo interior. Los mantras a los cuales se atribuyen poderes sicológicos y espirituales regresan a Madrid a partir de mañana” (37’28”) Es curioso cuando dicen que el marxismo está anticuado y esta gente quiere recuperar rituales “ancestrales” una y otra vez. Y ego, mucho ego.
“Los beneficios de este festival irán destinados a financiar proyectos solidarios puestos en marcha por la Fundación Ananta que es quien organiza este evento” (37’54”). A esto le llaman solidaridad cuando no es más que caridad cristiana.
La Fundación Ananta ofrece en su página web un número de cuenta bancaria a la que podremos hacer una transferencia de nuestra solidaridad. También nos venden libros como como “El Tránsito: vida más allá de la vida y experiencias cercanas a la muerte”. Un libro importante, en su opinión “que dibuja vastos horizontes y que hace más entendible el mandato de traer el Cielo a la Tierra” ¿Todavía alguien duda de que esto es religión y pura religión para evitar una verdadera revolución que acabe con lo viejo y levante un mundo nuevo de verdad?
“En este caso los beneficios del concierto van a ir destinados a un hospital en Rajastán” (39′). Donaciones para construir un hospital en la India. ¿Esto es lo nuevo?
En la misma radio ayer también se promocionó este evento en el programa “En concierto”. Ya en 2012 en el programa “Sin fronteras” se promocionó la misma fundación y otras como “Asociación Brhama” para hablarnos “de cómo afrontar esta situación para salir reforzados y convertir lo negativo en positivo”.
Para empezar el “yo”, el alma, el espíritu que es lo mismo que el pensamiento, se define y se construye no desde el interior, sino desde el exterior. Desde el mismo momento que venimos al mundo no hacemos más que recibir influencias que van definiendo nuestra manera de pensar y de ver el mundo. Y si no ¿por qué se molestan en contarnos estas milongas a través de charlas y conferencias infumables y hacernos oír estos mantras para hacernos cambiar el “yo”?
¿Es casual este bombardeo permanente por parte de radios, televisiones, periódicos, libros, revistas,…? No, nada es casual. La clase social dominante hoy, que es la burguesía (pequeña y grande) de ser revolucionaria y buscar la verdad a través de la ciencia en la época feudal se vuelve religiosa y reaccionaria cuando está en el poder y sobre todo cuando ve que éste peligra.
Hoy la clase obrera es la clase social más moderna de la historia y por su posición en el proceso de producción de los bienes materiales e incluso espirituales está llamada a acabar con la sociedad de clases y a sustituir lo ancestral por lo nuevo y la caridad por la solidaridad.