A pesar de ser la ley más garantista del Estado Español en lo referente al derecho a la vivienda, y de ser un hito histórico como victoria contra la democracia burguesa española, no deja de ser una ley de emergencia que continúa sin dar una total solución a la violación sistemática de dicho derecho, reflejado en su Constitución.
La ILP promovida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la Alianza contra la Pobreza Energética (APE) y el Observatorio DESC, convertida ahora en la ley 24/2015 tras aprobarse en el Parlament de Catalunya, y que se está luchando por extender por todo el Estado con la campaña Exigencias PAH, es la demostración de que el pueblo organizado puede conseguir incidir en la leyes de un país totalmente subyugado al poder de la banca. Esta victoria, conseguida por este gran ejemplo de movimiento social que es la PAH, capaz de plantar cara a la mafia bancaria, no deja de ser una tirita en la herida mortal que ha causado a la clase obrera el monopolio bancario y energético. Una ley que recoge unas medidas de mínimos para paliar la sangría, pero que sigue sin garantizar el derecho a la vivienda, y por el contrario no afecta en nada al control del monopolio, al revés, no deja de obtener beneficios, amén de los esfuerzos que está costando para estos colectivos el hacerla cumplir, denunciando una vez tras otra, casos de violación sistemática de la Ley, con el silencio por respuesta por parte de las Instituciones, que se empeñan en que ésta sea papel mojado.
No basta con redactar una Ley y luchar por aprobarla, es necesario también un control constante sobre los agentes implicados, que no están por la labor. Por eso, después de muchas batallas, de una ILP nacional con un millón y medio de firmas rechazada en 2013, en el momento de mayor clímax de la estafa llamada crisis y de toda la presión ejercida desde la calle por el pueblo, la burguesía catalana, para no perder la costumbre, con la connivencia de la socialdemocracia, ha accedido a esta pequeña concesión para calmar un poco los ánimos de los expoliados, para poder continuar en el poder burlando esa misma ley que con suma elegancia ha aceptado, y con la propiedad de todas las viviendas robadas a sus legítimos dueños, estafados con hipotecas que son ilegales desde el año 1993, fecha de la directiva europea en la que se basa la sentencia del TSJUE del año 2013, en la que declaró ilegal el procedimiento español:
No deja de ser, aunque muy grande y merecida, otra victoria parcial de la lucha económica, ésa que desde hace siglos se lleva declarando como la única legítima por la burguesía. Porque aunque necesaria desde el punto de vista de que no se sabe a ciencia cierta cuándo estallará la revolución, y desde la concepción de los sindicatos de clase y plataformas populares como una necesaria escuela del proletariado, en la que se prepara al mismo para el paso de esa lucha económica a una concepción política de esa lucha, la de la conquista del poder por el proletariado, no es más que el medio para conseguir victorias parciales. Tenemos un ejemplo en la huelga de alquileres de 1931.
En aquel momento, como ahora, se consiguieron mejoras que paliaban la depauperación sistemática de las clases populares. Pero no fueron suficientes, visto lo pronto que esas mejoras han desaparecido y se han perdido en el tiempo.
La explicación es sencilla para quién la quiera entender, no hay más que conocer un poco la historia reciente y analizar a través de la ciencia Marxista-Leninista la raíz, la causa de que esta historia se repita en el tiempo como si de un déjà vu se tratara. Causa que no es otra que la amnesia colectiva, el no conocer que en el pasado todo lo que ahora ocurre ya sucedió, que esta “crisis” no es como nos quieren hacer creer, simple y llana codicia humana que nos hace vivir por encima de nuestras posibilidades. Nada más lejos de la realidad esa llanez y simpleza, pues la burguesía, al ser la causante, es muy consciente de algo que nosotros todavía no, la lucha de clases y, ésta es sólo un arma más de su clase en esa lucha: el enfrentar a las clases populares entre ellas. O como la que nos ocupa en este escrito, el tener al pueblo engañado, luchando para crear una ley que traicionarán los que nos gobiernan, y a los que Lenin llama, socialchovinistas, aristocracia obrera, esos traidores de estómago agradecido que niegan a la clase obrera, y sobre todo, la lucha de clases en la que está sumergida ahogándose sin saber el porqué.
Cierto es que, si el pueblo con su esfuerzo consigue una Ley, y se da cuenta de que debe obligar a sus representantes a cumplirla, expondrá a la vista de todos que lo que sobra es dicha institución y los que la sustentan. Ya se está demostrando que es el propio pueblo el que debe vigilar a los que él mismo paga para garantizar el cumplimiento de su ley, cuando en el caso de las leyes que benefician a la banca, son implacablemente eficaces. Cada vez más obreros ven ante sí la verdad, que el sistema burgués es una maquinaria bien engrasada creada para aplastar a su clase oprimida, pero se encuentran sin salida, sólo conscientes del problema, no de la solución. Ésa es la causa y no otra, la desideologización de una clase que sin duda será la conductora de las demás clases populares hacia la revolución en un futuro no muy lejano. La clase obrera debe de ser consciente del papel que la historia le tiene encomendado para darse cuenta de que esas pequeñas victorias no son más que legitimaciones al poder establecido en el estado reaccionario español, pues de él salen esas prebendas, esas pequeñas concesiones que no son más que migajas que en unos años, con la próxima “crisis” provocada por las medidas tomadas en ésta (otro déjà vu histórico) desaparecerán de nuevo. Porque eso ocurrirá una y otra vez, una y otra vez hasta que esa consciencia surja en la clase obrera y se organice para tomar el poder.
Ésta será la única manera de que se garantice el derecho a la vivienda, un Estado Socialista en el que la propiedad de los medios de producción pase a manos de sus legítimos dueños, los trabajadores que producen la mercancía que ahora sólo da beneficios a los capitalistas, los monopolios. Tal y como pasa con lo que se supone que debería de ser un derecho, la vivienda, que ahora no es más que otro producto más en manos de esas ratas, mientras miles de familias son echadas a la calle. La vivienda también la producimos nosotros, con nuestras manos y nuestro cerebro, por lo tanto la solución es la misma, y así un largo etcétera de demandas parciales, que de otro modo siempre se prolongarán en el tiempo mientras el poder siga en manos de los propietarios de los medios de producción. No hay posibilidad de erradicar esa contradicción de intereses sin despojarles de esa propiedad, no hay posibilidad de reconciliación de clases, la suya no lo permitirá jamás, pues supondría la renuncia a sus riquezas y poder.
Pídele a la familia Rothschild, los mayores banqueros del mundo, que repartan su fortuna entre los pobres. Pídele al Banco Santander que cumpla con la función en la sociedad de una entidad bancaria, que es dar crédito sin caer en la usura, y suelte todos los inmuebles que ha arrebatado a millones de familias en todo el mundo. No lo harán. La única solución es tomar lo que es nuestro, lo que nosotros hemos construido.
El Partit Comunista Obrer de Catalunya continuará trabajando con la clase obrera, en los centros de trabajo, en el campo, en los barrios, en la construcción de órganos de poder popular del proletariado, uniendo las luchas de los distintos sectores del proletariado en una única lucha contra el capitalismo, para luchar contra ese monopolio criminal que es la banca, un monstruo que lo abarca todo, que sus tentáculos llegan a cada rincón de este sistema corrupto y podrido al que hay que mandar al estercolero de la historia, pero eso sólo se conseguirá con un Frente Único del Pueblo (FUP) un solo brazo que golpee con todas sus fuerzas la base de esa putrefacción.
¡POR EL DESARROLLO DEL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡ABAJO EL CAPITALISMO! ¡SOCIALISMO O BARBARIE!
SOBRE LA LLEI 24/2015 CATALANA APROVADA EL PASSAT AGOST DE 2015
Tot i ser la llei més garantista de l’Estat Espanyol pel que fa al dret a l’habitatge, i de ser una fita històrica com a victòria contra la democràcia burgesa espanyola, no deixa de ser una llei d’emergència que continua sense donar una total solució a la violació sistemàtica del dret esmentat, reflectit en la seva Constitució.
La ILP promoguda per la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca (PAH), l’Aliança contra la Pobresa Energètica (APE) i l’Observatori DESC, convertida ara en la llei 24/2015 després aprovar-se al Parlament de Catalunya, i que s’està lluitant per estendre per tot l’Estat amb la campanya Exigències PAH, és la demostració que el poble organitzat pot aconseguir incidir en la lleis d’un país totalment subjugat al poder de la banca. Aquesta victòria, aconseguida per aquest gran exemple de moviment social que és la PAH, capaç de plantar cara a la màfia bancària, no deixa de ser una tireta a la ferida mortal que ha causat a la classe obrera el monopoli bancari i energètic. Una llei que recull unes mesures de mínims per pal·liar la sagnia, però que segueix sense garantir el dret a l’habitatge, i per contra no afecta en res al control del monopoli, a l’inrevés, no deixa d’obtenir beneficis, a més dels esforços que està costant per a aquests col·lectius el fer-la complir, denunciant una vegada i una altra, casos de violació sistemàtica de la Llei, amb el silenci per resposta per part de les institucions, que s’entesten a que aquesta sigui paper mullat. No n’hi ha prou amb redactar una Llei i lluitar per aprovar-la, cal també un control constant sobre els agents implicats, que no estan per la feina. Per això, després de moltes batalles, d’una ILP nacional amb un milió i mig de signatures rebutjada en 2013, en el moment de major clímax de l’estafa anomenada crisi i de tota la pressió exercida des del carrer pel poble, la burgesia catalana , per no perdre el costum, amb la connivència de la socialdemocràcia, ha accedit a aquesta petita concessió per calmar una mica els ànims dels espoliats, per poder continuar en el poder burlant aquesta mateixa llei que amb molta elegància ha acceptat, i amb la propietat de tots els habitatges robades als seus legítims propietaris, estafats amb hipoteques que són il·legals des de l’any 1993, data de la directiva europea en què es basa la sentència del TSJUE de l’any 2013, en què va declarar il·legal el procediment espanyol:
No deixa de ser, encara que molt gran i merescuda, una altra victòria parcial de la lluita econòmica, aquesta que des de fa segles es porta declarant com l’única legítima per la burgesia. Perquè encara que necessària des del punt de vista que no se sap amb certesa quan esclatarà la revolució, i des de la concepció dels sindicats de classe i plataformes populars com una necessària escola del proletariat, en la qual es prepara al mateix per al pas d’aquesta lluita econòmica a una concepció política d’aquesta lluita, la de la conquesta del poder pel proletariat, no és més que el mitjà per aconseguir victòries parcials. Tenim un exemple en la vaga de lloguers de 1931.
En aquell moment, com ara, es van aconseguir millores que pal·liaven la depauperació sistemàtica de les classes populars. Però no van ser suficients, vist antuvi que aquestes millores han desaparegut i s’han perdut en el temps.
L’explicació és senzilla per a qui la vulgui entendre, no hi ha més que conèixer una mica la història recent i analitzar a través de la ciència Marxista-Leninista l’arrel, la causa que aquesta història es repeteixi en el temps com si d’un déjà vu es tractés. Causa que no és altra que l’amnèsia col·lectiva, el no conèixer que en el passat tot el que ara passa ja va succeir, que aquesta «crisi» no és com ens volen fer creure, simple i plana cobdícia humana que ens fa viure per sobre de les nostres possibilitats. Res més lluny de la realitat aquesta simplicitat, ja que la burgesia, en ser la causant, és molt conscient d’una cosa que nosaltres encara no, la lluita de classes i, aquesta és només una arma més de la seva classe en aquesta lluita: el enfrontar a les classes populars entre elles. O com la que ens ocupa en aquest escrit, el tenir al poble enganyat, lluitant per crear una llei que trairan els que ens governen, i als que Lenin diu, socialxovinistes, aristocràcia obrera, aquests traïdors d’estómac agraït que neguen a la classe obrera, i sobretot, la lluita de classes en la qual està submergida ofegant sense saber el perquè.
És cert que, si el poble amb el seu esforç aconsegueix una llei, i s’adona que ha d’obligar els seus representants a complir-la, exposarà a la vista de tots que el que sobra és aquesta institució i els que la sustenten. Ja s’està demostrant que és el propi poble el que ha de vigilar els que ell mateix paga per a garantir el compliment de la seva llei, quan en el cas de les lleis que beneficien la banca, són implacablement eficaços. Cada vegada més obrers veuen davant seu la veritat, que el sistema burgès és una maquinària ben greixada creada per aixafar a la seva classe oprimida, però es troben sense sortida, només conscients del problema, no de la solució. Aquesta és la causa i no una altra, la desideologització d’una classe que sens dubte serà la conductora de les altres classes populars cap a la revolució en un futur no molt llunyà. La classe obrera ha de ser conscient del paper que la història li ha encomanat per adonar-se que aquestes petites victòries no són més que legitimacions al poder establert en l’estat reaccionari espanyol, ja que d’ell surten aquestes prebendes, aquestes petites concessions que no són més que engrunes que en uns anys, amb la pròxima «crisi» provocada per les mesures preses en aquesta (un altre déjà vu històric) desapareixeran de nou. Perquè això ocorrerà una vegada i una altra, una vegada i una altra fins que aquesta consciència sorgeixi a la classe obrera i s’organitzi per prendre el poder.
Aquesta serà l’única manera que es garanteixi el dret a l’habitatge, un Estat Socialista en què la propietat dels mitjans de producció passi a mans dels seus legítims propietaris, els treballadors que produeixen la mercaderia que ara només dóna beneficis als capitalistes , els monopolis. Tal com passa amb el que se suposa que deuria ser un dret, l’habitatge, que ara no és més que un altre producte més en mans d’aquestes rates, mentre milers de famílies són tirades al carrer. L’habitatge també l’produïm nosaltres, amb les nostres mans i el nostre cervell, per tant la solució és la mateixa, i així un llarg etcètera de demandes parcials, que d’altra manera sempre es prolongaran en el temps mentre el poder segueixi en mans dels propietaris dels mitjans de producció. No hi ha possibilitat d’eradicar aquesta contradicció d’interessos sense despullar-los de aquesta propietat, no hi ha possibilitat de reconciliació de classes, la seva no ho permetrà mai, ja que suposaria la renúncia a les seves riqueses i poder.
Demana-li a la família Rothschild, els majors banquers del món, que reparteixin la seva fortuna entre els pobres. Demana-li al Banc Santander que compleixi amb la funció en la societat d’una entitat bancària, que és donar crèdit sense caure en la usura, i deixeu anar tots els immobles que ha arrabassat a milions de famílies a tot el món. No ho farà. L’única solució és prendre el que és nostre, el que nosaltres hem construït.
El Partit Comunista Obrer de Catalunya continuarà treballant amb la classe obrera, als centres de treball, al camp, als barris, a la construcció d’òrgans de poder popular del proletariat, unint les lluites dels diferents sectors del proletariat en una única lluita contra el capitalisme, per lluitar contra aquest monopoli criminal que és la banca, un monstre que ho abasta tot, que els seus tentacles arriben a cada racó d’aquest sistema corrupte i podrit al qual cal enviar al femer de la història, però això només s’aconseguirà amb un Front Únic del Poble (FUP) un sol braç que copegi amb totes les seves forces la base d’aquesta putrefacció.