Como si encontrarse en una situación de miseria absoluta no fuese suficiente, como si el hecho de que una persona no pueda permitirse ni un techo bajo el que vivir fuese poco relevante, la Comunidad de Madrid no cesa en sus ataques hacia los más perjudicados por el sistema capitalista.
El Gobierno regional está exigiendo a las personas sin hogar, a quienes menos tienen, que le notifiquen cuánto dinero obtienen por actividades como pedir dinero en la calle, recoger chatarra o cantar en el metro para poder descontárselo de las míseras ayudas sociales que reciben. Una vez más, se demuestra el expolio incesante al que somete el capitalismo a los trabajadores que se encuentran en la extrema pobreza a consecuencia de este sistema criminal, que no duda en parasitar al proletariado hasta llevarlo a la muerte.
Por mucho que Ángel Garrido intente vender a la Comunidad de Madrid como una de las mejores regiones europeas, la realidad es muy distinta, y actos rastreros como este desenmascaran a esta “modélica región” de la que tanto se enorgullecen.
Este absoluto desprecio por la vida de los trabajadores y de aquellos que no tienen oportunidad para trabajar no es nuevo para los madrileños. Según los últimos datos publicados por el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid a los que tenemos acceso, una de cada cinco personas están en riesgo de pobreza o exclusión social, es decir, cerca de 1.400.000 madrileños. De entre ellos, los que mas sufren esta realidad tan extrema son las personas desempleadas con una tasa del 52,8% en riesgo de pobreza o exclusión social.
El Gobierno regional quiere canalizar el dinero hasta de las personas que no lo tienen con el único fin de saciar la sed de ganancias de la burguesía. Es una institución corrupta cuya única función es apropiarse del dinero de los más pobres para otorgárselo a los más ricos y cumplir con sus deseos.
Pero el capitalismo no solo ataca a las personas desempleadas; la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en la Comunidad de Madrid es de un 13,2% entre las personas ocupadas. Ni con el trabajo asalariado pueden los trabajadores subsistir bajo el capitalismo. Y, como consecuencia de esto, en Madrid tres de cada diez menores –323.000 niños– está en riesgo de pobreza.
Este fenómeno es una de las consecuencias de un sistema que lo devora todo a su paso, con el único propósito de maximizar los beneficios de la burguesía, y en el que el bienestar de las personas no tiene la menor importancia. Un sistema que no es capaz ni de asegurar un hogar a aquellos a quienes roban la fuerza de su trabajo. Un sistema que hace que ciudades y países se vendan al mejor postor, como es el caso de Madrid.
Pero esto no es un caso aislado que ocurre únicamente en la Comunidad de Madrid; en todo el Estado español y en todo el mundo el capitalismo arrasa con todo cuanto puede. Como decía Marx, “el capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y el ser humano”.
Nosotros luchamos por un sistema diametralmente opuesto. Luchamos por un sistema que sea capaz de asegurar que todas las personas tengan un trabajo estable y digno. Un sistema que sea capaz de proporcionar vivienda y alimento a todos sus trabajadores, pues son ellos quienes hacen que funcione el mundo. Un sistema que asegure una salud y una educación pública y de calidad para garantizar el bienestar de las personas. La única salida a esta masacre que vivimos diariamente, en la que el trabajador desfallece mientras el parásito burgués vive de sumir en la miseria al proletariado, es el Socialismo. Un sistema por y para los trabajadores.
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Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Madrid