El pasado viernes 23 de abril, en un debate patrocinado por los medios del Capital donde únicamente aparecen los diferentes candidatos de los monopolios – desde la ‘izquierda’ del sistema a la extrema derecha – Iglesias denunció la amenaza de muerte para con él, sus padres y su compañera en forma de un mensaje amenazante con cuatro balas de Cetme, abandonando el debate al ver que la representante del partido fascista VOX – hija de esclavista cubano, afortunadamente barrido por la Revolución Cubana de 1 de enero de 1959, y esposa de un Espinosa de los Monteros (apellido franquista íntimamente ligado al Estado fascista y ahí está por ejemplo su suegro, Carlos Espinosa de los Monteros, vicepresidente del INI con Suárez, Presidente de Iberia con Felipe González o el que fuera Alto comisionado de la Marca España con el podrido Gobierno de Rajoy) – no sólo no condenaba esta amenaza de muerte contra Iglesias y su familia, sino al constatar como la hija del esclavista cubano no ahorraba en improperios contra Iglesias. Llegando a cuestionar, incluso, la veracidad de dicha amenaza puesta encima de la mesa por parte de Iglesias, a la par que, animaba a Iglesias “a que se fuera a su casa pues es lo que quieren muchos españoles”.
Con Iglesias se fueron del debate realizado por el monopolio PRISA, propiedad de un fondo de inversión norteamericano, tanto la candidata de Más Madrid como el candidato del PSOE, siendo ambos implorados por la marioneta reaccionaria de C’s, Edmundo Bal, para que se quedaran y no se fueran con Iglesias. Así pues, se quedaban en el debate la impresentable fascista de VOX y, junto a ella, de palanganero público del fascismo, el agonizante engendro del capital C’s. Por ello no puede más que resultar cómico leer a la “máxima” dirigente de ese engendro, Arrimadas, su declaración en sus redes sociales señalando:
El PP, que primeramente celebró al igual que VOX, que Iglesias se fuera del debate, expresando en sus redes sociales lo que verdaderamente sentían:
Posteriormente, demostrando una vez más la desvergüenza de dicho partido podrido, eliminó su primera impresión y se expresó en unos términos similares en lo ideológico a los de Arrimadas, en términos de temor ante la polarización de la campaña entre los “extremos” – que para el PP son VOX y UP – y los efectos electorales que pueden tener que, según estiman en ese partido franquista y podrido hasta el tuétano, pueden ir en detrimento de sus resultados electorales, al poderse incrementar la participación por la parte de los barrios obreros y los pueblos donde reside el grueso de la clase obrera de la Comunidad Autónoma madrileña.
Resulta que el PP, y su marca naranja C’s, no dudan en vilipendiar al comunismo, al igual que hace VOX, y reiterar hasta la saciedad que eso es lo antiguo y, sin embargo, están instalados en Aristóteles, en el año 350 antes de Cristo, en la “Ética a Nicómaco”, reiterando la teoría del término medio que enuncia que la virtud no se halla en los extremos sino en el término medio, en el centro.
Tanto el PP como C’s están en el mismo extremo que VOX, en el fascismo puro y duro, y ahí está su anticomunismo, su racismo, su chovinismo, su revisionismo histórico, su defensa a ultranza del Estado fascista, su defensa firme de la dictadura del capital financiero que es lo que es el fascismo, el poder del Capital financiero.
Desde el Partido Comunista Obrero Español condenamos la amenaza fascista realizada contra Pablo Iglesias y su familia. Sin embargo, hoy es el momento de recordarle a Pablo Iglesias que él no estuvo a la altura de condenar lo que el Estado fascista hace sistemáticamente contra los obreros de este país, contra las naciones oprimidas. Cuando en 2017 el Estado fascista español no dudó en hostiar al pueblo catalán, a perseguirlo por tierra, mar y judicatura, Iglesias no dudó, desde el oportunismo más asqueroso, en señalar lo siguiente:
¿Acaso ahí Iglesias no blanqueó de lo lindo al fascismo? ¿Acaso las persecuciones de ciudadanos catalanes, el apaleamiento del pueblo catalán por el único delito de expresarse en términos democráticos es responsabilidad de los mismos agredidos que despertaron a la supuesta bestia aletargada?
Y si esto fue repugnante, todavía más repugnante fue la actitud de Joan Coscubiela y Lluis Rabell que era la organización de Iglesias en Cataluña en aquéllos plenos del Parlament donde era vitoreado por los fascistas – PSC, C’s y PP -, y sobre todo en aquél Pleno del 27 de octubre donde no dudaron en actuar como chivatos del mayor fascista que hay en este país, el Estado, mostrando su voto negativo. Coscubiela y los suyos debían dejar bien claro su lealtad al Estado fascista y por eso tan indigno comportamiento, propio de los delatores.
Ahora Iglesias, desde el pasado 23 de abril, ubica que lo que hay en juego en estas elecciones en Madrid es “democracia o fascismo”, y pretende movilizar al pueblo trabajador en favor de su opción política bajo esa consigna, la cual también ha sido reiterada por Illa (PSC-PSOE). Y nuevamente el oportunismo de Pablo Iglesias engaña al pueblo trabajador.
Curiosamente 24 horas antes de que Iglesias abandonara el debate de PRISA, el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid rechazó la adopción de las medidas cautelares demandadas por la fiscalía provincial de Madrid para que se retirase el cartel electoral de VOX donde se arremete contra menores de edad lanzándose un mensaje racista y de odio, de tal manera que desde la Judicatura el Estado habló y dejó claro que por encima de los intereses y los derechos de los menores de edad está la propaganda electoral fascista de VOX sustentada en el odio y el racismo.
Llovía sobre mojado, pues una semana antes, el pasado 15 de abril, la Junta Electoral Provincial de Madrid, en su Acuerdo número 27, daba validez a la candidatura de la Falange Española de las JONS que contenía a dos integrantes condenados en firme a pena privativa de libertad y, por tanto, según las propias leyes electorales no deberían haber proclamado dicha candidatura. Pero, nuevamente, la ideología del Estado se impuso, y como no puede ser de otra manera, los fascistas están por encima de todo.
El fascismo en España se impuso, mediante un golpe de Estado y tras una guerra civil, en 1939, y desde entonces es la ideología que posee el Estado español. La Constitución Española del 78 no hace más que legalizar y legitimar al Estado franquista, el instrumento del poder de los monopolios, es una reforma de la LOE de 1967, certificando la continuidad del fascismo y del poder de los franquistas siendo una traición en toda regla a la clase obrera del estado la cual fue perpetrada, entre otros, por el PCE y el PSOE.
Los fascistas muestran que en estas elecciones autonómicas de Madrid lo que está en juego es “comunismo o libertad”. Ahora los oportunistas hablan de que la disyuntiva es “fascismo o democracia”. Los fascistas apelan al anticomunismo para llenar su saca de votos, los oportunistas, por el contrario, apelan hipócrita y falsamente al antifascismo para defender esta “democracia”, que no es más que la continuación del fascismo, y así movilizar a la clase obrera para obtener la mayoría en las urnas.
El antifascismo fue parido por la Internacional Comunista, no se puede ser antifascista y, paralelamente, erigirse en defensor de este Estado fascista y de esta “democracia” alumbrada por el pacto entre franquistas y oportunistas y aceptar el capitalismo monopolista que lo genera y alimenta. No se puede apelar a luchar contra el fascismo y, a la par blanquearlo, salvo que uno sea un oportunista de marca mayor como es Pablo Iglesias y Unidas Podemos. Y es que no hemos de olvidar que, hace escasamente dos meses, el colega de Pablo Iglesias, y Secretario General del PCE no dudaba en ponerse de parte del Estado y sus Fuerzas Represivas cuando éste apaleaba a la clase obrera, y más concretamente a su juventud, en su rechazo al encarcelamiento del rapero comunista Pablo Hasél. No dudaba en blanquear el fascismo y a su Estado negando que en el Estado español hay perseguidos y presos políticos por el hecho de opinar políticamente contra el sistema y contra el Estado, y más concretamente en el caso de Hásel, contra una monarquía totalmente podrida.
Estas elecciones autonómicas madrileñas han sido planteadas por los fascistas como un primer paso para recuperar el gobierno. Y es en esa clave donde oportunistas y fascistas se confrontan. Gobierno que como bien ha reconocido el propio Iglesias en muchas ocasiones no significa detentar el poder.
Antifascismo es anticapitalismo, antifascismo es luchar por la liquidación del capitalismo monopolista y de su Estado, que es uno de los instrumentos que dispone la oligarquía, el capital financiero, para imponer su dictadura.
Cuando Pablo Iglesias, y sus aliados del PSOE – ya sea Illa o Gabilondo – hablan de que lo que está en juego es la “democracia” o el fascismo, nuevamente están engañando al pueblo trabajador, están haciendo lo que realmente saben: Engañar al pueblo.
El Partido Comunista Obrero Español (PCOE) defiende y trabaja por el fortalecimiento del antifascismo pues éste forma parte del ADN del Movimiento Comunista. En este sentido ya hace un año lanzamos la propuesta de la Unidad Comunista en este país, proceso en el que, por el momento, estamos trabajando tanto el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) como nuestro partido y, una pequeña prueba de ello es la candidatura de unidad comunista que ambos partidos hemos suscrito para las elecciones de la Comunidad Autónoma de Madrid el próximo día 4 de mayo. Nuestro Partido es consciente que la emancipación de la clase obrera no vendrá por la vía electoral, sin embargo, este proceso electoral de Madrid está sirviendo para que ambos partidos muestren a la clase obrera la necesidad de la unidad de los comunistas, y es que la unidad de los comunistas es condición sine qua non para que la clase obrera pueda unirse bajo una dirección revolucionaria y dar la respuesta que requiere el momento histórico: Una respuesta de ruptura con el capitalismo y de construcción del socialismo. Por ello, pedimos el día 4 de mayo el apoyo de la clase obrera al proceso de unidad comunista y, sobre todo, a unirse en la práctica al mismo pues la victoria de la clase obrera vendrá de la lucha en la calle, de la lucha revolucionaria y no de las urnas manipuladas y tramposas que el Estado de la burguesía promueve y que jamás cuestionará la dictadura de los monopolios.
Y, cómo no, tenemos claro que en la trinchera del antifascismo jamás podrán estar – por más que los oportunistas traten de pervertir y envilecer el antifascismo, como hacen con todo – aquéllos que culpan a los pueblos de despertar a la bestia fascista por pretender ejercer sus derechos democráticos, como hizo Pablo Iglesias contra el pueblo de Cataluña, no pueden estar aquéllos que defienden al Estado cuando reprimen las manifestaciones del pueblo exigiendo libertad a los presos políticos como hace el PCE, y mucho menos pueden estar aquéllos que han perpetrado el terrorismo de Estado, y que recordemos es el socio de Iglesias y de Enrique Santiago, como es el partido de la cal viva, de Vera y Barrionuevo y del GAL.
¡POR LA UNIDAD DE LOS COMUNISTAS!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!
Madrid, a 25 de abril de 2021
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)