El futuro diputado

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Ya se sabe que un mayor grado de violencia contra la clase obrera debe ser debidamente acompañado de un mayor grado de represión. Lenin ya avisaba en “El estado y la revolución” (1917) que el estado, en nuestro caso burgués, es una máquina de violencia de una clase sobre la otra. En este sentido, el estado español ha dado un paso más dando cabida a ejércitos paramilitares privados en su seno, debido al número de colectivos que van quedando en exclusión fruto del sistema económico que impera.

Desde hace algún tiempo los medios de comunicación y los estamentos burgueses llevan maquillando y blanqueando la cara a la empresa Desokupa, que se compone preferentemente de elementos lumpen de la seguridad en locales de ocio nocturno y que cuentan con un amplio historial de antecedentes penales. Por eso decimos que no faltará mucho para que el conocido como Dani el Bolo en los ambientes lumpen de la noche barcelonesa, más conocido actualmente por su nombre verdadero, Daniel Esteve, llegue al Parlamento.

A este reaccionario se le deben agradecer los servicios prestados y qué mejor lugar que una silla del Parlamento para dar mayor difusión a su mensaje netamente fascista. Y es que apadrina como nadie la figura de patriota honrado que tantas veces ha servido a la burguesía para introducir un nuevo elemento en política que legalice el nuevo discurso que se hace imperioso contra los trabajadores que van quedando en la cuneta debido a la bancarrota económica del capitalismo, y estos favores serán debidamente retribuidos como en los demás casos. A veces puede salir por la “izquierda”, como el oportunista Pablo Iglesias, a veces liberal como Albert Rivera, o por la extrema derecha, que es lo que le conviene ahora con Daniel Esteve, que encarna como nadie el papel de tonto útil para extender el mensaje fascista y xenófobo que la burguesía necesita ahora como agua de mayo. A pesar de su narcisismo mesiánico será devorado en poco como sus antecesores, pero aún tendremos que soportar mucha desgracia mientras cumple su ciclo.

En las condiciones actuales de profunda bancarrota económica y política del capitalismo, ante el temor a la revolución de las amplias masas proletarias, el Estado español necesita que el fascismo pase a una amplia ofensiva en defensa de la sacrosanta propiedad privada y de la supuesta seguridad de los ciudadanos. Una burguesía en plena decadencia, en consonancia con el maltrecho estado de salud del bloque imperialista de la OTAN, que busca en la ofensiva fascista su tabla de salvación para explotar inmisericordemente a la clase trabajadora y evitar toda posible revuelta contra sus guerras de rapiña y golpes de Estado a lo largo y ancho del mundo.

Pero vamos primero a describir cuál es el discurso que la burguesía española extiende sobre la clase obrera debido a que todos los medios de comunicación y el poder mediático están en sus manos. El discurso es simple y repetitivo y se basa en la amenaza manifiesta contra quién ose contradecirlo, en este caso ya llegando a la amenaza de agresión física por redes. Este mensaje lo vamos a describir con dos frases de Joseph Goebbels sobre la propaganda. La primera dice: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas que deben ser repetidas incansablemente, presentarlas una y otra vez con distintas perspectivas, pero siempre convergiendo en el mismo punto. Sin fisuras, ni dudas” y que cimentaría su discurso de odio contra las minorías y las personas en exclusión. La segunda dice: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, menor ha de ser el esfuerzo mental a realizar” y es que su discurso de odio es fácilmente digerible pues se corresponde a la perfección con la superestructura ideológica de este sistema criminal y explotador. Otra parte de su discurso se basa en el odio a la diferencia y en causar miedo a la disidencia, utilizando elementos aislados para transmitirle su odio y la proximidad del momento en el que conocerá todo el poder de su violencia.

La necesidad de la burguesía de extender el mensaje que encarna este tonto útil, lo podemos ver en la impunidad con que se mueve el sujeto y que no sólo es tolerada, sino que es aplaudida por quién la fomenta. No hay más que verlo amenazando a cualquiera que ose levantar la voz incluso ministros. Esto nos da una pista de que la nueva política que necesita el estado fascista español es legalizar y normalizar ejércitos paramilitares, que como novedad se sirve de dinero público en su contrato con la policía nacional, que sus vídeos son seleccionados como primeras opciones en las búsquedas de los principales servidores para empapar bien a la opinión pública y no ha de ser extraño ver que no apliquen los artículos de la ley mordaza cuando las personas que las conforman aplican actitudes agresivas o directamente la agresión física contra quien ose contradecir sus lógicas simplistas y sesgadas, como le ocurrió al policía nacional Carlos Segarra, colocándose estos verdaderos grupos paramilitares fascistas por encima de los estamentos de la legalidad burguesa.

Carlos Segarra tuvo la “desfachatez” de desmentir con los datos en la mano que la alarma social que denuncian estos grupos paramilitares no era tal, que en la década del 90 la criminalidad era más alta y que podrían estar incurriendo en actuaciones indebidas. Allí se desencadenó la máquina del odio porque estos sujetos lumpen necesitan de un antagonista para imponer sus argumentos sesgados. Porque toda su actuación tiene que generar miedo usando cabezas de turco que sirven para extenderlo. Las redes sociales de Carlos Segarra se inundaron de amenazas, algo que deja claro que nadie debe poner en cuestión su discurso de odio. Por algo el lema de Daniel Esteve era “Conmigo quién quiera y contra mí quién pueda” cuando participaba en peleas que movían mucho dinero en apuestas, especialmente de vale tudo, y que no le gusta que le recuerden. Pero para Daniel Esteve y sus muchachos son simples pecados de juventud, ahora han madurado lo suficiente para venir a nuestro rescate.

Los monopolios, conocedores de que el movimiento comunista será quien acabe con la burguesía como clase social, busca adelantarse al crecimiento del movimiento revolucionario mediante la inoculación de la ideología fascista entre las amplias masas proletarias.

La necesidad de fomentar ejércitos paramilitares privados abrirá la veda para que se multipliquen con total impunidad en un futuro próximo. Esto es un buen termómetro para confirmar que si la situación de bancarrota no es capaz de ser maquillada, la burguesía no dudará en romper la máquina de la falsa democracia burguesa para pasar a formas más autoritarias como la dictadura abierta de los capitalistas, los militares y que para no cerrarse a esta posibilidad ha hallado a su tonto útil y le ofrece no sólo una silla del parlamente en las próximas elecciones, sino además le brinda total impunidad para sus métodos.

La clase obrera no puede imponer al deseo de los capitalistas y los chupasangres otra cosa que la organización hacia la consecución de objetivos concretos. El momento actual demanda la concienciación de la clase obrera contra este discurso clasista, burgués y simplista, que es fácil de desmontar, pero que cuenta, en su contra, con todos los voceros de la maquinaria capitalista y a sus medios de comunicación pagados por capital privado. La tarea que nos planteamos ya no es solamente ingente, además es urgente, así que en defensa de los colectivos en exclusión y del resto de nuestros hermanos de clase.

La lucha de clases hoy, contra la explotación asalariada y contra los capitalistas, pasa obligatoriamente por la lucha conjunta contra todas las formas de ofensiva fascista y contra el peligro cada vez más inminente de la guerra abierta entre los distintos bloques imperialistas.

Camarada, te llamamos a engrosar las filas del PCOE para organizar la resistencia de la clase obrera, pues el partido comunista es la herramienta fundamental del pueblo trabajador en la lucha contra el imperialismo y el fascismo que genera. Después puede ya ser tarde.

 

¡CONTRA EL FASCISMO!

¡POR LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA!

¡ÚNETE A NUESTRAS FILAS!

 

COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




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