El próximo lunes el gobierno va a mandar a millones de trabajadores a sus puestos de trabajo cuando el riesgo de contagio, según todos los expertos, sigue siendo tremendamente alto. Eso lo ha decretado el gobierno porque en el capitalismo,cualquier gobierno no es más que un títere en manos del capital. Esta decisión que firma el gobierno de coalición PSOE-PODEMOS-IU/PCE ya está tomada por las mismas empresas que el lunes pondrán en riesgo las vidas de sus trabajadores para que la rueda del capital no pare.
El cambio era esto; el lunes mandarán a millones de trabajadores de sectores no esenciales de la economía a jugarse la vida, pero los oportunistas ministros de PODEMOS-IU/PCE lo harán negándose a hacerlo; siguen existiendo presos políticos, pero ahora hay ministros ‘comunistas’; el Estado español sigue siendo un Estado fascista, sin separación de poderes, y partícipe del imperialismo de la UE y la OTAN, pero el vicepresidente es del ‘partido del cambio’. Todas estas maravillas gracias a, en palabras del secretario general de Podem en Castelló, Fernando Navarro, “el gobierno más progresista de la historia reciente de nuestro país”.
Y los medios del capital no dudan en blanquear la asquerosa e hipócrita postura del oportunismo, con decenas de titulares anunciando que los ministros de Unidas Podemos rechazan levantar el confinamiento de los sectores no esenciales, o que presionan en el gobierno para limitar el retorno a la actividad del lunes. ¿Es que acaso no eran esos ministros parte del gobierno? ¿No son copartícipes de las decisiones que se toman? ¿Sólo asumen la responsabilidad de aquellas medidas que pueden vender como logros? ¿Para qué forman parte del gobierno si las decisiones las toman otros? Evidentemente, si de verdad pensaran lo que anuncian públicamente y tuvieran dignidad, dimitirían inmediatamente. En lugar de eso, su gobierno ha pagado a las televisiones privadas 15 millones de euros para tener aún más controlados a sus medios de manipulación.
El 15 de marzo podíamos leer en El Periódico que “Dirigentes de Podemos presionan al Gobierno para ejecutar medidas sociales”. Dirigentes de un partido en el gobierno presionan al gobierno, así rizan el rizo los medios para intentar justificar la existencia de la pata izquierda del sistema.
En campaña electoral engañaron al pueblo, vendiendo la idea de que había que votarles a ellos para que el PSOE se escorara a la izquierda. La realidad es que el discurso de Unidas Podemos se ha ido acercando cada día más al discurso del PSOE, al discurso del Estado, que es el discurso de la reacción, de la explotación, de las muertes en los centros de trabajo, de la miseria, de los desahucios, de los recortes. Y ahora que forman parte del gobierno, los actos acompañan a ese nuevo discurso institucional, legitimando al PSOE de los GAL y la cal viva, de la reforma laboral de Zapatero, de los recortes en servicios sociales practicados por todos sus gobiernos nacionales, autonómicos y locales.
Este gobierno de coalición está aplicando toda clase de medidas destinadas a salvaguardar los intereses de la burguesía, de los empresarios, demostrando que son todos, de “izquierda” a “derecha”, fieles defensores del capitalismo y de su Estado, un sistema y un Estado que mandan a morir a millones de trabajadores para sostenerse, que son responsables de miseria, de la explotación más voraz, de guerras y muertes, de reacción y fascismo. Ese Estado es el que defienden y sostienen los ministros ‘del cambio’.
Tal y como indicaba Lenin en su discurso ¿Qué es el poder soviético? “mientras exista la dominación del capital, mientras la tierra siga siendo propiedad privada, el Estado lo gobernará siempre, incluso en la república más democrática y más libre, una pequeña minoría, integrada en sus nueve décimas partes por capitalistas o ricos”.
Y precisamente porque el marxismo-leninismo marca el verdadero camino para transformar la sociedad de raíz, precisamente porque el comunismo es lo único que temen los capitalistas, el anticomunismo se convierte en el rango distintivo de todos ellos y de sus partidos.
El oportunismo político ha demostrado que su papel no es más que el de legitimar el socialfascismo del PSOE, el de abrir las puertas a la reacción y el fascismo, engañando como ya lo hicieran otros en el pasado al pueblo, vendiendo falsas esperanzas de cambio para frenar la vía revolucionaria. El pueblo tiene que olvidarse de estos oportunistas y organizarse en un Frente Único del Pueblo que aglutine todas las luchas en una única contra el responsable de todos nuestros males, el sistema capitalista, y que sirva como órgano de contrapoder para edificar el socialismo, único sistema que garantizará que toda la riqueza que generamos estén al servicio del pueblo.
El cambio era esto; el lunes mandarán a millones de trabajadores de sectores no esenciales de la economía a jugarse la vida, pero los oportunistas ministros de PODEMOS-IU/PCE lo harán negándose a hacerlo; siguen existiendo presos políticos, pero ahora hay ministros ‘comunistas’; el Estado español sigue siendo un Estado fascista, sin separación de poderes, y partícipe del imperialismo de la UE y la OTAN, pero el vicepresidente es del ‘partido del cambio’. Todas estas maravillas gracias a, en palabras del secretario general de Podem en Castelló, Fernando Navarro, “el gobierno más progresista de la historia reciente de nuestro país”.
Y los medios del capital no dudan en blanquear la asquerosa e hipócrita postura del oportunismo, con decenas de titulares anunciando que los ministros de Unidas Podemos rechazan levantar el confinamiento de los sectores no esenciales, o que presionan en el gobierno para limitar el retorno a la actividad del lunes. ¿Es que acaso no eran esos ministros parte del gobierno? ¿No son copartícipes de las decisiones que se toman? ¿Sólo asumen la responsabilidad de aquellas medidas que pueden vender como logros? ¿Para qué forman parte del gobierno si las decisiones las toman otros? Evidentemente, si de verdad pensaran lo que anuncian públicamente y tuvieran dignidad, dimitirían inmediatamente. En lugar de eso, su gobierno ha pagado a las televisiones privadas 15 millones de euros para tener aún más controlados a sus medios de manipulación.
El 15 de marzo podíamos leer en El Periódico que “Dirigentes de Podemos presionan al Gobierno para ejecutar medidas sociales”. Dirigentes de un partido en el gobierno presionan al gobierno, así rizan el rizo los medios para intentar justificar la existencia de la pata izquierda del sistema.
En campaña electoral engañaron al pueblo, vendiendo la idea de que había que votarles a ellos para que el PSOE se escorara a la izquierda. La realidad es que el discurso de Unidas Podemos se ha ido acercando cada día más al discurso del PSOE, al discurso del Estado, que es el discurso de la reacción, de la explotación, de las muertes en los centros de trabajo, de la miseria, de los desahucios, de los recortes. Y ahora que forman parte del gobierno, los actos acompañan a ese nuevo discurso institucional, legitimando al PSOE de los GAL y la cal viva, de la reforma laboral de Zapatero, de los recortes en servicios sociales practicados por todos sus gobiernos nacionales, autonómicos y locales.
Este gobierno de coalición está aplicando toda clase de medidas destinadas a salvaguardar los intereses de la burguesía, de los empresarios, demostrando que son todos, de “izquierda” a “derecha”, fieles defensores del capitalismo y de su Estado, un sistema y un Estado que mandan a morir a millones de trabajadores para sostenerse, que son responsables de miseria, de la explotación más voraz, de guerras y muertes, de reacción y fascismo. Ese Estado es el que defienden y sostienen los ministros ‘del cambio’.
Tal y como indicaba Lenin en su discurso ¿Qué es el poder soviético? “mientras exista la dominación del capital, mientras la tierra siga siendo propiedad privada, el Estado lo gobernará siempre, incluso en la república más democrática y más libre, una pequeña minoría, integrada en sus nueve décimas partes por capitalistas o ricos”.
Y precisamente porque el marxismo-leninismo marca el verdadero camino para transformar la sociedad de raíz, precisamente porque el comunismo es lo único que temen los capitalistas, el anticomunismo se convierte en el rango distintivo de todos ellos y de sus partidos.
El oportunismo político ha demostrado que su papel no es más que el de legitimar el socialfascismo del PSOE, el de abrir las puertas a la reacción y el fascismo, engañando como ya lo hicieran otros en el pasado al pueblo, vendiendo falsas esperanzas de cambio para frenar la vía revolucionaria. El pueblo tiene que olvidarse de estos oportunistas y organizarse en un Frente Único del Pueblo que aglutine todas las luchas en una única contra el responsable de todos nuestros males, el sistema capitalista, y que sirva como órgano de contrapoder para edificar el socialismo, único sistema que garantizará que toda la riqueza que generamos estén al servicio del pueblo.