La violencia institucional en general y la represión policial en particular son una realidad más que conocidas y experimentadas por los trabajadores del Estado español. Pese a la envoltura democrática que la burguesía franquista quiso presentar tras la muerte del dictador Franco, los crímenes realizados desde los aparatos del Estado (Policía, Guardia Civil, Ejército, etc) y la violencia política institucional organizada no se han detenido. A fin de obstaculizar cualquier lucha revolucionaria, desmovilizar a las masas y frenar el avance del proletariado organizado han hecho uso de todas y cada una de las herramientas a su disposición con el objetivo de conseguir superar las diferentes crisis de legitimidad y económicas del sistema capitalista, sin que ello suponga apenas costo político o económico para la burguesía nacional. Esto no nos sorprende, pues bien sabemos que la retórica democrática es más que selectiva y que su objetivo no es otro que ayudar al capitalismo en dificultades y apuntalar con medidas de urgencia el sistema existente de jerarquía social, los mecanismos de explotación capitalista y la distribución de la propiedad.
Con la situación actual de estado de alarma hemos podido ver con nuestros propios ojos como los medios de comunicación han emprendido una enorme campaña de propaganda con el objetivo de presentar a las criminales Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como si de héroes salvadores del pueblo se tratase, buscando sacar tajada de la nueva crisis del capital para seguir inoculando en los trabajadores valores contrarios a sus intereses de clase. Como bien sabemos los marxistas – y como se está demostrando estos últimos días con las actitudes de la policía durante las caceroladas como las del barrio de Salamanca (Madrid) – la Policía es un cuerpo represivo que sirve como lacaya del Estado, y como tal no es una herramienta neutra que sirva y proteja a los trabajadores, sino que se coloca directamente al servicio de la clase social dominante, la burguesía, y que es enemiga de los explotados por el capitalismo.
Es por esto por lo que se entiende que dejen a los reaccionarios de Madrid, Valladolid o Sevilla concentrarse tranquilamente pese a la situación excepcional que se vive. Incluso, como hemos visto, la Policía hace manifestaciones públicas de apoyo a estas movilizaciones mientras que la represión queda reservada por entero para la clase obrera. Esto se volvió a ver ayer en Cartagena (Murcia), ciudad en la que los filo-fascistas llevan desde principios de semana concentrándose en la Alameda de San Antón. La Policía, como cuerpo represivo y criminal que es, no duda en escoltar a las manifestaciones reaccionarias que marchan impunes, al tiempo que empujan y agreden con las porras a los jóvenes que se muestran contrarios a la barbarie, que acabaron con varias heridas, móviles y cámaras rotos, y una multa. Las imágenes hablan por sí solas: los policías como la vanguardia del fascismo, el primer cuerpo armado al que se enfrentará el proletariado en revolución (¡pese a que algunos falsos comunistas se empeñan en catalogarlos como trabajadores!). La violencia policial no es más que otra expresión de la lucha de clases. El propio burgués utilizaría la porra contra los trabajadores y sería el ejecutor de la violencia si no fuera tan reacio a utilizar alguna clase de herramienta por primera vez en su vida.
Hoy más que nunca, debemos ser conscientes de que bajo la dictadura del capital es imposible que las fuerzas armadas del Estado respondan a nuestros intereses de clase y a la imprescindible causa de la emancipación del proletariado. Solamente la organización de los trabajadores en torno al marxismo-leninismo y el Partido de nuevo tipo serán capaces de extirpar de la sociedad toda clase de violencia y chovinismo.
Por todo lo mencionado, desde el Partido Comunista Obrero Español condenamos la actitud violenta y represora llevada a cabo por la policía en Cartagena, así como denunciamos el franquismo sociológico que sigue patente en la Policía y el Ejército (y seguirá hasta que no caiga este sistema de explotación). La labor que realizan estos cuerpos represivos no es más que la de defender el sistema de explotación de la burguesía, sostener el orden político, económico y social existente y socavar mediante la violencia cualquier tipo de organización de los obreros contra el fascismo.
¡Trabajadores, acabemos con el Estado fascista y sus fuerzas represoras!
¡Socialismo o barbarie!
Partido Comunista Obrero Español en la Región de Murcia