El capitalismo es una estafa piramidal

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El pasado 26 de agosto tuvo lugar en el Wizink Center de Madrid un evento relacionado con el mundo de las criptomonedas organizado por Mundo Crypto, al que asistieron unas 7.000 personas, un acontecimiento esperpéntico que parecía sacado de una mala comedia, y que daría para muchas horas de humor si no fuera por la gravedad de las consecuencias para miles de jóvenes de dejarse llevar por los cantos de sirena de vendehumos como los que allí se dieron cita.

Las criptomonedas y todo el mundo que las rodea, como los NFTs, más allá de las posibles aplicaciones de cualquier tecnología, se han convertido en el último intento de salvar un sistema moribundo y decadente como el capitalismo, acumulando a su alrededor a cientos de vendehumos que viven de estafas piramidales y todo tipo de esquemas fraudulentos, como los que, supuestamente, han llevado a chiringuitos como IM Academy a ser investigados por la policía, que ha llegado a realizar detenciones de algunos de sus dirigentes, siendo calificada como una organización coercitiva disfrazada de academia de formación.

Más allá de los hechos abiertamente delictivos que rodean ese mundo, la realidad es que todo el ‘negocio’ alrededor de la blockchain suele sustentarse en pura especulación. La mayoría de quienes compran criptomonedas sólo esperan poder venderlas más caras, lo mismo que quienes compran NFTs con la intención de que se revaloricen y venderlos después, obteniendo un beneficio de la nada. Y es precisamente la especulación la base de la economía capitalista hoy día, que se sustenta actualmente en la impresión de dinero ficticio sin un crecimiento económico real asociado, generando deudas impagables que se pretenden amortizar a futuro con un supuesto crecimiento que mantenga girando la rueda, lo que provoca que cada crisis sea cada vez más profunda y duradera.

Ya el año pasado, esta misma organización celebró otro evento llamado “La Gran Inversión”, en el que se promocionó el proyecto ‘Constellation’ para que los allí presentes invirtieran en el mismo como una gran oportunidad. Diecisiete días antes del evento la capitalización del proyecto había empezado a crecer, de forma que había una cartera de inversores con mucho interés en que nuevos inversores entraran para así revalorizar sus acciones. Justo después del anuncio en el evento, muchos de quienes estaban siguiéndolo comenzaron a invertir, de forma que la cotización de las acciones subió como la espuma. Llegado un punto en el que el precio de las acciones se había incrementado notablemente, un inversor desconocido vendió 1,7 millones de dólares en acciones, momento en el que el valor de éstas comenzó a caer en picado, dejando a la mayoría de los nuevos inversores en pérdidas. Un negocio redondo para unos pocos, al igual que la propia economía capitalista.

Si bien la CNMV ya alertó en 2021 de que Mundo Crypto «no cuenta con ningún tipo de licencia para asesorar sobre instrumentos financieros o intermediar operaciones de inversión sobre instrumentos financieros», señalándolo como un ‘chiringuito financiero’, dichas advertencias no han supuesto ningún problema para que en 2022 se vuelva a celebrar otro evento, esta vez mucho más esperpéntico que el primero, en el que incluso se ha podido ver a un par de hombres disfrazados de jeques árabes para simular un supuesto interés de inversores saudíes.

Y entre todo este elenco de vendehumos no podían faltar los economistas de cabecera del capitalismo, los liberales Daniel Lacalle –que ha sido asesor en materia económica de Pablo Casado– y Juan Ramón Rallo –socio fundador del think tank liberal Instituto Juan de Mariana y que ha llegado a defender la compraventa de órganos-, quienes a pesar del evidente tufo a estafa que se respiraba en el evento, no dudaron en acudir para protagonizar un ‘debate’ sobre el futuro de las criptomonedas.

Esa es la esencia de este sistema y de quienes lo defienden, una economía basada en la especulación, en que unos pocos privilegiados se hagan ricos a costa de la mayoría, que las grandes empresas tengan impunidad para robar, mientras que la clase trabajadora se desangra cada día, con un aumento del coste de la vida inasumible para cientos de miles de familias obreras. Y estos son los defensores del sistema, vendehumos a sueldo que persiguen enriquecerse a costa del trabajo ajeno, que defienden la especulación y el robo.

La única salida para la clase trabajadora pasa por la organización y unificación de todas las luchas en una única lucha de clases contra este sistema y su Estado, contra todos los esbirros a sueldo del capital que siguen engañando al pueblo con cantos de sirena, contra la explotación del hombre por el hombre y por la construcción de un mundo nuevo donde el beneficio económico deje de ser el centro de nuestras vidas para poner al ser humano en su lugar, la construcción del socialismo como embrión del comunismo.

 

Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




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