La hipocresía de Ayuso en Auschwitz

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El pasado 21 de enero, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció su visita a Auschwitz, el campo de exterminio situado en Polonia en el cual los nazis asesinaron a millones de personas, instando a quien la oyera que “no hace tanto ni tan lejos se cometieron los más graves delitos contra la humanidad. No olvidar para no repetir”. Esto no es algo nuevo y ya desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) denunciábamos hace casi dos años la hipocresía de la fascista Ayuso con respecto hacia las víctimas del Holocausto, un genocidio histórico que desde hace décadas lleva siendo instrumentalizado (como señalan académicos de origen judío como el profesor estadounidense Norman Finkelstein) para diferentes cuestiones, entre ellas el acallar las críticas contra el Estado de Israel contra el pueblo palestino, acusando a los detractores del sionismo de ser antisemitas que desean, al igual que los nazis, el exterminio del pueblo judío.

Obviamente Ayuso no alude en su comunicado a los millones de combatientes soviéticos que lucharon contra el nazismo en Europa o a los españoles republicanos que murieron en campos de concentración como Mauthausen. ¿Qué esperar de alguien que milita en el partido que rehabilita calles dedicadas al Crucero Baleares o a la División Azul? De igual manera que no hay ninguna condena por parte del Partido Popular al franquismo, dictadura que tenía sus propios campos de concentración en territorio español y con los que se pretendía cometer un total exterminio de la “España roja”, con miles de prisioneros a los que se les aplicó la pena de muerte por fusilamiento o que fueron condenados a largas penas que en numerosos casos fueron cadenas perpetuas encubiertas, ya que el hacinamiento de los prisioneros, la falta de higiene y las condiciones sanitarias (a menudo inexistentes) provocaron la muerte de muchos de ellos por hambre o enfermedades. No es de extrañar este olvido de Ayuso, pues el PP, que fue fundado por antiguos ministros franquistas, es consciente de este legado de esta dictadura sanguinaria, ya sea colaborando con Hitler en su lucha contra la Unión Soviética (ocultándolo a los Aliados con el sutil cambio de “neutral” a “no beligerante” en 1940) o con el propio Holocausto, quitándoles la nacionalidad española a los antiguos combatientes republicanos que fueron detenidos en Francia y otros lugares. También, en el caso del antisemitismo nazi, el franquismo ordenó a sus gobernadores civiles el registro de todos los judíos que había en territorio español, llegando a crear una lista con seis mil nombres, la cual fue entregada a las autoridades del Tercer Reich. En 1943, cuando la balanza de la Segunda Guerra Mundial se inclinó hacia el bando aliado, el régimen decidió borrar este episodio, pretendiendo apropiarse de los éxitos que diplomáticos españoles (que habían actuado a nivel individual y no por órdenes de la dictadura) habían logrado salvando la vida de judíos en países bajo la órbita del nazismo.

Dejando a un lado al régimen franquista, sabemos que Manuel Fraga, su líder fundador y Presidente de honor hasta su muerte en 2012, financió con dinero de la Xunta de Galicia y prologó un libro de un negacionista del Holocausto. También, el mismo Fraga, firmó (junto con José Botella, tío de Ana Botella, la que fue alcaldesa de Madrid) el 16 de abril de 1971 en el Diario Informaciones un comunicado pidiendo la liberación del lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess, por entonces en una prisión alemana.

Al contrario del año 2022, Ayuso en su tuit ha recordado a otras víctimas del Holocausto que no eran judías, como es el caso del pueblo gitano. ¿Es coherente el recordar a las víctimas gitanas cuando en la actualidad apoyan a diferentes gobiernos que reprimen a personas únicamente por ser de etnia gitana, como sucede con la Ucrania de Zelenski o el caso de la Hungría de Viktor Orbán? También recuerda a las víctimas homosexuales, quizás para distinguirse un poco de sus socios de gobierno en muchos lugares del estado español, pues VOX, en enero del 2020, rechazó condenar el exterminio nazi de la comunidad LGTBi en Auschwitz por ser un “mensaje ideológico. Pero de nuevo volvemos a preguntar: ¿por qué es condenable el exterminio de homosexuales por parte de los nazis y no cuando lo hace el régimen franquista? Por no hablar de los diferentes episodios de homofobia en el seno del PP, siendo el principal obstáculo para la conquista de sus derechos como colectivo, o cómo VOX (supuestamente) “muestra preocupación” por los homosexuales de Irán al mismo tiempo que apoyan la homofobia de otros de sus socios europeos, como ocurre con Orbán.

Como comunistas debemos ser conscientes de todos estos aspectos en los “homenajes” a las víctimas del Holocausto:

  • La instrumentalización de estos crímenes para apoyar a Israel en su genocidio contra los palestinos. No en vano, el alcalde de la ciudad de Madrid (PP) quería conceder la Medalla de Honor al “pueblo de Israel”. Ayuso y otros no pretenden que se evite un genocidio (como fue el Holocausto) en el futuro, ya que en el presente estamos viviendo otro en Gaza con la complicidad del estado español y otros países occidentales. Aunque suene paradójico, buscan el apoyo para que los nuevos genocidas queden impunes.
  • La hipocresía de los políticos al servicio del capital financiero con la conmemoración de las víctimas del Holocausto cuando “olvidan” u “ocultan” los crímenes de la dictadura franquista o los crímenes contra la Humanidad que realizan naciones consideradas amigas o aliadas, sea Hungría, Ucrania, Arabia Saudí o Israel, entre otras. La misma hipocresía que vemos cuando se condena la invasión de Ucrania por parte de Putin al mismo tiempo que se calla u oculta la guerra contra Yemen o el Sáhara Occidental. La misma Ayuso que dice que no hay que olvidar los crímenes de Auschwitz afirmó en 2019 que “había que pasar página” respecto al franquismo.
  • Como ya dijera el camarada Bertolt Brecht, “estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”. O lo que es lo mismo, no se puede entender un genocidio-el que realizó Hitler, por ejemplo-sin su carácter de clase, cómo el nazismo (o el franquismo) nació en un contexto de lucha de clases, cuando existía un movimiento obrero fuerte y que la burguesía pretendió aplastar recurriendo al más abierto terrorismo. Si no se acaba con el capitalismo, sin duda, ocurrirán nuevos episodios dramáticos, como los que estamos viviendo en el momento presente en diferentes lugares.

 

¡CONTRA LA INSTRUMENTALIZACIÓN DE LAS VÍCTIMAS DEL NAZISMO!

¡CONTRA EL FASCISMO!

¡POR EL SOCIALISMO!

 

Comisión de Agitación y Propaganda del Comité Central del PCOE




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