La juventud bajo la bota del capitalismo en Madrid

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La vivienda y los alquileres es un tema que actualmente está en boca de todo el mundo. Los medios de comunicación de masas ponen el punto central en la ocupación de viviendas y nos muestran como salvadores de la sacrosanta propiedad privada a escuadrones fascistas amparados por la policía como Desokupa, Brigada Desokupa, etc., que se dedican a devolver pisos a los “propietarios”. Estos propietarios son grandes tenedores de vivienda (fondos buitres) que se dedican a la especulación.

La realidad de los alquileres en la Comunidad de Madrid es que no han dejado de subir poniendo auténticos zulos y viviendas enanas por una cantidad sumamente alta. La clase obrera se encuentra con el problema de que no puede pagar los precios de los alquileres y se ven obligados a compartir piso.

Los propietarios y las inmobiliarias, pese a la Ley de Vivienda, se sienten impunes y hacen lo que quieren, subiendo los precios de forma desorbitada o aumentando las comisiones de las agencias.

La subida de los alquileres en los barrios céntricos o turísticos desplaza y expulsa a la clase obrera de muchos barrios, habiendo zonas completamente vendidas al turismo y al alquiler de pisos vacacionales, con el aumento de precios en general que ello conlleva. El objetivo es claro, convertir las ciudades en sitios hostiles para el proletariado donde no puede tener ocio ninguno.

El perfil que nos venden desde los medios de comunicación del okupa es el de una persona que vive al margen de la sociedad, personas conflictivas o personas que se dedican a la venta de droga. En realidad, este perfil es mentira y es fácilmente demostrable con los videos y las noticias que salen a la luz de las desocupaciones de las empresas antes mencionadas. Recientemente ha salido el intento de desalojo en el barrio de Vallecas y nos encontramos ante una mujer que ha visto como la propietaria le ha intentado subir el alquiler y ante la imposibilidad de pagarlo es considerada una ocupa. Esta es la realidad.

Los desahucios no han parado de aumentar en los últimos años situándose la cifra en 122 diarios, y todo esto con el gobierno más progresista de la historia que venía a parar de lleno los desahucios. Los desahucios no se pueden frenar en el sistema capitalista pues la vivienda no es más que una forma de sacar rédito económico de la clase obrera y de seguir extrayendo beneficios económicos de ella.

En cuanto al nuevo fenómeno de las empresas de desocupación, lo único que hay que añadir de ellas es que son escuadrones fascistas, contratados por empresas para que desalojen edificios enteros y sean devueltos a los fondos buitres para que sean puestos en alquiler por unos precios abusivos.

El crecimiento de este tipo de empresas con sus discursos racistas, sus discursos homófobos, sus discursos en favor del capitalismo, en definitiva, sus discursos fascistas, se explica por el apoyo que obtienen de los medios de comunicación y de tener una gran cuota de pantalla. Que se dediquen 2 horas de un programa para decir que al salir de tu casa para comprar el pan pueden ocuparla -algo que es completamente falso y ridículo- provoca que las empresas de venta de alarmas hayan incrementado también sus ventas.

En definitiva, este tipo de discursos que se vierten desde los medios de comunicación en favor de este tipo de empresas y que dan cabida a discursos que los defienden, propicia que haya un aumento del apoyo dentro de la clase obrera a este tipo de empresas, asumiendo la ideología burguesa, negando la realidad que tu propia clase padece. Los discursos de la existencia de una clase media y considerarse como tal provoca que haya un rechazo a su propia clase, que es el proletariado.

El poder adquisitivo de la clase obrera no ha parado de bajar, los precios de los alquileres no han parado de subir al igual que la luz, el agua y el gas. El futuro que nos espera es de más matonismo fascista dentro de la sociedad para evitar que haya una respuesta consciente desde la clase obrera.

La única salida que tenemos los obreros es salir del capitalismo y para ello necesitamos construir el Partido de vanguardia, el Partido leninista. Los comunistas de este país necesitamos la unidad y aumentar la conciencia de la clase obrera, necesitamos dar una verdadera batalla a los medios de comunicación de masas y combatir la influencia que ejercen dentro de nuestra clase. Porque, ¿en qué cabeza cabe asumir como normal que en España haya al menos 3,8 millones de viviendas vacías pero en cambio haya mínimo 28.552 personas que vivan sin hogar, que el 82% de los jóvenes de entre 16 y 29 años no pueda independizarse por el alto precio de la vivienda y los bajos salarios, que el 83,2% de los jóvenes de entre 18 y 34 años viva con sus padres, que la edad media de emancipación se sitúe en los 29,8 años, e incluso que casi el 50% de los españoles que viven en alquiler estén en riesgo de pobreza o exclusión social?

Como hemos dicho en otras ocasiones, hay viviendas suficientes para todos y España tiene desarrollado el sector de la construcción. Por tanto, el problema de la vivienda, como proponían Engels y Lenin (siempre realizando un análisis de la realidad concreta), se podría solucionar expropiando la propiedad de las viviendas. Para complementar esta medida hace falta establecer el socialismo como fase inmadura del comunismo, que ponga todas las máquinas y herramientas al servicio de la clase trabajadora para construir más viviendas en caso de que haga falta y satisfacer sus necesidades desde fuera del mercado, que ya no tendría un papel dominante en la economía, pero ese es un camino que solo se puede recorrer si el futuro lo construye quien no busca aprovecharse de las necesidades de los demás y si se tiene la fuerza que proporciona la unión de la clase obrera y su vanguardia para  imponer su justicia social y defenderse de los intentos que haría la burguesía por retomar su rentable realidad que tanta miseria genera.

 

¡POR LA UNIDAD DE LOS COMUNISTAS!

¡MUERTE AL FASCISMO!

COMITÉ REGIONAL DEL PCOE EN MADRID




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