La migración forzada como consecuencia del Imperialismo

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Los medios informaban el pasado 28 de noviembre que tres personas habían viajado desde Nigeria hasta las Islas Canarias sobre la pala del timón de un buque. Pudieron sobrevivir once días en esas condiciones. Al llegar a Las Palmas de Gran Canaria, las autoridades se percataron de su presencia y tuvieron intención de deportarlos tras atenderles los servicios médicos. Por suerte, han solicitado asilo y parece ser que, finalmente, no será así. Pero la historia refleja la cruel realidad vivida por incontables personas que abandonan su país en África para tomar la peligrosa “ruta de Canarias” [1], en la que muchos pierden la vida en un intento desesperado por alcanzar una vida digna. Huyendo del horror, la miseria o las persecuciones, están dispuestos a adaptarse a cualquier penuria, incluso sabiendo que se enfrentarán a situaciones de pesadilla.

El tema de la inmigración se enfoca continuamente desde distintos ángulos, y es un arma que no falla para dividir a la clase obrera, provocando además que una parte de esta vea a sus hermanos de clase extranjeros como un problema. Pero el asunto se puede resumir en lo siguiente: el capitalismo, que se sostiene con la explotación y el sufrimiento del proletariado, devora los recursos de los países con mayor abundancia natural, y el llamado tercer mundo ve impedido su desarrollo con gobiernos afines al imperialismo, condenándose a su clase obrera a una miseria espeluznante, con un alto nivel de inseguridad. “El secreto” está en agitar los peores miedos basados en creencias infundadas, y tratar, por otro lado, a estas víctimas de un sistema monstruoso que se ceba aún más con ellos como “un colectivo que necesita ayuda”, sin más; lo principal es conseguir que nadie cuestione el capitalismo, o sepa tan siquiera (muchísimo más común de lo que se piensa) en qué consiste dicho sistema.

Un informe de Caminando Fronteras desglosa muchos aspectos que entran en juego [2], siendo militarizadas las aguas de la llamada “ruta canaria” para dificultar el paso, permitiéndose la cosificación de las personas migrantes en las fronteras, la violación continua (de manera camuflada) de los derechos humanos que la reaccionaria Europa dice defender, el uso de mano de obra esclava, etc. Es menester señalar que muchos usuarios de los servicios (casi siempre privados) de acogida son expulsados por simple incomodidad ante su conducta [3], teniendo el centro autoridad para hacerlo sin un control externo y siendo válida la excusa que presenten para ello. Debemos tener en cuenta que, aunque se pudiera alegar que una persona expulsada ha sido violenta, ha cometido hurto o consumido drogas, lo que se consigue es agravar su problema y trasladarlo a una situación de supervivencia en la calle. Por otro lado, no se cuenta con el personal, las instalaciones y la preparación adecuada para atender a las personas que lo necesitan [4], siendo imprescindible comprender que muchas personas migrantes llegan a nuestras costas con enormes cargas psicológicas, que son consecuencia de la pesadilla que han vivido, y se supone que los servicios ofrecidos tienen el objetivo de ayudar.

Las entidades que normalmente se encargan de acoger a los migrantes no dejan de ser empresas privadas, y van a mirar por su beneficio. Por tanto, se invertirá lo justo y necesario en comida, ropa, artículos de higiene, etc. Lo mismo ocurre con los trabajadores de los centros, siendo su número casi siempre insuficiente para atender las necesidades, con bajos salarios, sobre todo en relación a la responsabilidad que tienen al moverse “en primera línea”, y es habitual que muchos de éstos no tengan la más mínima vocación de servicio o conocimientos necesarios sobre la realidad objetiva de los usuarios, habiendo pasado unas exigencias paupérrimas por parte del empleador. Todo ello se cumple también con los más vulnerables, que son los menores extranjeros no acompañados, mal llamados “menas”, y que en no pocas ocasiones viven en un entorno inadecuado y opaco [5]. Pueden observarse casos como el que ocurrió en un centro de Gran Canaria [6], y que no es, ni mucho menos, el único.

Nos encontramos ante un escenario que no es nuevo, pero el hecho de que no se nos cuente la verdad jamás, lo convierte en un terreno inexplorado para la mayoría. La pata derecha del sistema capitalista es usada para echar gasolina al fuego, e intentar dar a cierto público lo que mejor asimila, dado su escaso o nulo desarrollo de conciencia de clase. Dan pie a teorías absurdas como el “efecto llamada”, el “gran reemplazo”, etc. Todo sea por hacer mucho ruido, generar odio derivado del miedo y desviar las miradas, evitando que la vista se pose sobre los hechos, y fomentando que reine el subjetivismo. No es raro ver a miembros de VOX inventando datos en una entrevista televisiva, siendo usados “disimuladamente” como altavoz y sin ver éstos consecuencias por sus miserables actos, a pesar de las demostraciones de que mienten.

A su vez, la otra derecha, también conocida como la pata izquierda del sistema, habla a sus simpatizantes de empatía, derechos humanos y solidaridad, conceptos que en su boca no dejan de ser abstractos, ya que no mencionan el problema y tampoco la solución, sino que es una manida actuación de quienes deben parecer diferentes para que la estafa no sea descubierta. A la hora de la verdad, este grupo es como la “derecha tradicional”, solo que no va de frente, y sus proclamas son más bien un intento de hacer creer a las personas con un mínimo de conciencia que pueden estar tranquilas, dado que “los políticos de izquierdas” se preocupan; pueden dejar “la lucha” en sus manos, y tienen que votarles para conseguir ese mundo mejor que anhelan. Son la cara que se asoma entre el telón para tranquilizar al público, mientras se oyen ruidos de violencia y gritos de agonía detrás.

El mensaje que nos quieren dar es claro: tienes dos opciones; o sientes pena por ellos y optas por la empatía, o la “solidaridad” que te llevará a protestas y movimientos inútiles, caducos y espontáneos, o les odias porque “son delincuentes, te roban el trabajo, son primitivos…” En definitiva, te dicen que estás en “un bando” o “en el otro”, porque el problema es que hay una gran parte de la clase obrera que es enemiga tuya, y es la que perpetúa la situación que percibes. Pero eso sí; no se te ocurra pensar en la burguesía que te explota a ti, a “tus enemigos” o a los inmigrantes; burguesía que además maneja la política y los mensajes que te llegan a través de sus medios comprados con el poder que obtienen con el sufrimiento de toda la clase obrera. Ellos no tienen nada que ver…

Alberto Garzón, tras la infame masacre de Melilla, ni siquiera fue capaz de pronunciarse con un tuit. Tuvo la feliz idea de retuitear una fingida e impresentable “reflexión” de Gustavo Petro, en la que el político decía que la tragedia tenía su origen en una crisis migratoria provocada por el cambio climático, que derivaba en hambrunas.

Hace un tiempo que empieza a usarse un cruel chiste que “lo explica todo”, incluso el maltrato y la pobreza: se trata de fenómenos meteorológicos, y debemos sentirnos culpables (la clase obrera, claro) porque “contaminamos” mucho, y dentro de poco tendremos que apretarnos más aún el cinturón, porque estamos matando al planeta y a sus habitantes.

No debemos olvidar cómo el Gobierno “más progresista” se dedica a encubrir la tragedia provocada en la frontera (se sospecha que en suelo español) por las fuerzas represivas marroquíes, y sin darse ningún auxilio a las víctimas, cuyo crimen fue buscar la dignidad y un refugio lejos de las atrocidades y de la privación de recursos. No se trata de Marlaska, sino de todo el Gobierno, puesto que no se puede considerar aparte a un infame “señor” que es acogido y defendido por un grupo que sabe perfectamente lo que es. Las despreciables palabras del reaccionario presidente Sánchez, que elogió la actuación de Marruecos (y no por error) son un buen resumen. Por otra parte, nos encontramos con la enésima hipocresía de Unidas Podemos, que defiende la versión del ministro del Interior sin exigir nada [7]. Sin embargo van rasgándose las vestiduras en una obra de teatro en la que repiten una y otra vez que Irene Montero es “acosada” en plena polémica por los efectos de su ley.

Defienden a los suyos porque son el mismo partido, la misma empresa perteneciente al capital, y no se les verá denunciando “violencia política” en lo que respecta a lo ocurrido en Melilla, los desahucios, ni los hombres y mujeres que sufren la opresión y la explotación; tampoco en lo referente a la pobreza provocada por los intereses de la burguesía, ni por los servicios sanitarios colapsados en toda España, o la clase obrera que es represaliada y detenida por protestar y por intentar defender sus derechos, o denunciar una atrocidad. No lo harán porque tienen gran parte de responsabilidad, no están al servicio de la clase obrera y se debe enviar el mensaje de que la política trata de “unos/as señores/as” acusándose mutuamente de asuntos ajenos al proletariado, mientras unos dicen cosas que te gusta oír, y otros hablan de lo que no soportas.

De esta forma, la clase obrera se aleja de su papel de sujeto político revolucionario, dejando su futuro en manos de oportunistas y reaccionarios, dos caras de la misma moneda. Mientras los trabajadores no tomen conciencia de su misión histórica de superar el capitalismo y construir el socialismo, seguiremos en manos de títeres del capital. El momento histórico exige de todos nosotros dar un paso adelante y organizarnos para tumbar este sistema. Desde el Partido Comunista Obrero Español hacemos un llamamiento a todos los trabajadores, pensionistas, estudiantes y todos los componentes de la clase obrera de Canarias y del resto del Estado a fortalecer las filas del Partido.

 

Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en las Islas Canarias

 

Referencias:

[1] https://www.laprovincia.es/canarias/2021/04/12/ruta-canarias-mortal-migracion-actual46430623.html

[2] https://caminandofronteras.org/wp-content/uploads/2020/03/vida-en-la-necrofronterainteractivo.pdf

[3] https://elpais.com/espana/2021-02-27/la-cruz-roja-expulsa-a-64-migrantes-de-uncampamento-en-las-

palmas.html#:~:text=La%20Cruz%20Roja%20expuls%C3%B3%20en,en%20la%20puerta%20del %20recinto

[4] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/reportajes/migracion-canarias-ni-acogidadigna-ni-acceso-a-proteccion-internacional/

[5] https://www.rtve.es/noticias/20220330/radiografia-centros-menores-acogimientoresidencial/2313761.shtml

[6] https://elcierredigital.com/investigacion/47752454/crisis-migratoria-canarias-menasdenuncian-palizas-racismo-fundacion-respuesta-social.html

[7] https://www.eldiario.es/politica/psoe-unidas-alian-salvar-marlaska-montero-reprobacionesplantea-derecha_1_9764157.html




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