El pasado 19 de noviembre tuvo lugar la intervención del líder del Partido Popular (PP) en el Congreso de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de ASAJA (asociación de la patronal agraria) celebrado en Ciudad Real. Desde la Comisión de Movimiento Obrero y de Masas ofrecemos este análisis:
En primer lugar, debemos tener en cuenta que Casado no se está dirigiendo a simples trabajadores del sector primario (sean agricultores o ganaderos), sino que se está dirigiendo a sus patronos, es decir, los dueños de los medios de producción, aquellos que explotan a dichos trabajadores a cambio de un jornal miserable. Vemos, por tanto, un claro sentido de clase en el discurso de Casado, aunque lo inicie diciendo que ante la situación de este sector económico “no debe haber colores políticos”. Obviamente se está refiriendo a los colores políticos de los grandes capitales, sea el PP o el PSOE (que lidera el actual gobierno), los cuales no tienen diferencias sustanciales respecto a la cuestión agraria y defienden a los terratenientes frente a los trabajadores agrarios. Pese a esto, Casado intenta confundir ambos antagonismos de clase afirmando que durante el estado de alarma a causa de la pandemia producida por el coronavirus “muchos agricultores se jugaron la vida” o que estuvieron “dando el callo”. Sin duda alguna, su audiencia no se jugó la vida en ningún momento de la pandemia, sí los trabajadores a los que explotan. No en vano, nuestra organización denunció las malas condiciones de vida de los temporeros tanto en nuestro país como en el extranjero. Malas condiciones que se han dado a causa del deseo de estos explotadores de ahorrar costes, impidiéndoles trabajar en condiciones favorables para evitar contagios o no facilitarles agua y jabón para desinfectarse.
En segundo lugar, Casado ofrece una serie de reflexiones acerca de lo que se debería mejorar en el sector primario. En todo momento se muestra partidario de la dependencia de la Unión Europea y su Política Agraria Común (PAC), hablando de las ayudas (el habla de “estímulos de emprendimiento”) que se van a reducir a causa de exigencias medioambientales. La cuestión medioambiental, a lo largo de su discurso, se le antoja como exagerada y sensacionalista, lo que nos recuerda aquella frase de Karl Marx de “el capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y los seres humanos”. Pablo Casado habla de cómo los agricultores (es decir, la burguesía agraria) son los que más se preocupan de la situación del medioambiente, haciendo especial énfasis en el sector ganadero: “que se diga que el sector cárnico y ganadero es contaminante, es tremendo”.
Con la boca pequeña reconoce que hay casos en la agricultura donde “puede haber algo” de contaminación. Es bastante cínica esta declaración teniendo en cuenta que en este país se vive uno de los mayores desastres ecológicos en el Mar Menor (Murcia) a causa del vertido excesivo de nitratos y fosfatos en sus aguas, fruto de la agricultura intensiva, que obliga al empleo masivo de fertilizantes, pesticidas, degradación de la tierra y sobreexplotación de sus recursos hídricos, como ya denunciamos en un artículo. Respecto al sector ganadero o cárnico, que es lo que más menciona Casado, también tenemos ejemplos cercanos de contaminación, como es el caso de El Arabí (en el municipio de Yecla, también en Murcia), donde hay movilizaciones vecinales contrarias a la construcción de una granja porcina (perteneciente a Cefusa, principal suministradora de ganado del Grupo Fuertes), algo de lo que también se hizo eco nuestro partido. El vertido de los purines de cerdos (resultado de la limpieza con agua de los excrementos de los cerdos) es altamente contaminante (siendo su control obligatorio en el estado español) y podrían aproximarse al casco urbano en caso de lluvias torrenciales. No es de extrañar la complicidad de Casado en este tipo de contaminación teniendo en cuenta que su partido es el representante (al igual que el PSOE) de la burguesía murciana.
En tercer lugar, Casado también está defendiendo a la patronal agraria cuando habla de una bajada de impuestos a la misma. Para llevarla a cabo, según nos dice, se debería aplicar la denominada “mochila austríaca”, poniendo de ejemplo la Italia de Mario Draghi (el mismo que promovió la privatización de diferentes empresas públicas), la Francia de Emmanuel Macron (cuando las protestas francesas en el sector agrícola están a pie de calle, y donde se explota a temporeros inmigrantes, entre ellos españoles) o Polonia (uno de los países más inclinados a la extrema derecha de la UE). Estos son los modelos de política fiscal del fascista Pablo Casado. La mochila austríaca no deja de ser un modelo laboral que busca facilitar aún más la explotación de los grandes empresarios y terratenientes al permitirles el despido gratuito y generar mayor precariedad entre la clase obrera. De nuevo, las intenciones clasistas de Casado se pueden apreciar en su discurso.
Finalmente, Pablo Casado, el mismo que acusa a otros de haber visto a un campesino “solo en una serie de Netflix”, remata su discurso con unas declaraciones que han sido muy publicitadas en diferentes medios de comunicación:
“Además de todo esto, lo que al menos no merecéis es que se os ataque. Claro, que yo esté escuchando que la agricultura española es esclavista es algo que a mí me ofende. Me ofende. Porque para un agricultor sus trabajadores son su familia”.
¿En qué realidad vive Casado? Entre el año 2020 hasta el presente se ha denunciado la explotación de temporeras marroquíes en los campos de fresa de Huelva, que no sólo sufren abusos laborales sino también sexuales por parte de sus patronos. También hay denuncias de agresiones violentas, como la que sufrió otro trabajador inmigrante que fue apuñalado por el dueño de la finca para el que trabajaba. En otros casos, estos trabajadores mueren y son abandonados a su suerte frente a centros de salud por sus patronos sin que estos den la cara al no haber regularizado su situación laboral, como es el caso de un jornalero marroquí de Hinojares (Jaén) por su patrón (apoderado de VOX, socios hasta hace unos días del gobierno andaluz presidido por el partido de Casado) o del nicaragüense Eleazar Blandón, de 42 años, obligado a trabajar para su patrón en plena alerta naranja causándole su muerte y abandonado, al igual que el caso anterior, por su patrón en la localidad de Lorca (Murcia). O cuando en plena pandemia, y el peligro que conlleva esto para su salud, centenares de temporeros dormían a la intemperie en la provincia de Jaén durante la campaña de la aceituna.
Incluso un relator especial de la ONU, Philip Alston, denunció la situación de hacinamiento en la que vivían los temporeros de Lepe (Huelva):
“Los inmigrantes con los que hablé en Lepe y en las afueras de Huelva viven en chabolas y no tienen ni agua, ni electricidad, ni alcantarillado; viven en condiciones precarias, en las que en cualquier momento hay un incendio, se duchan al aire libre y algunos llevan más de cinco años allí, se deben mejorar esas condiciones. La industria de la fresa mueve más de 500 millones de euros y las grandes empresas deben preguntarse cómo esto sigue así y tomar medidas para mejorar esas condiciones”.
Pocos días antes de este discurso incluso se viralizó en Twitter un video donde un jornalero pide a su patrón que cumpla con sus derechos laborales, a lo que este responde que le da igual la ley (de nuevo, la burguesía agraria incumple su propia legalidad) e incluso hace un amago de agresión a este:
Esto es lo que pasa en los campos de Andalucía cuando un jornalero marroquí le habla de sus derechos al explotador dueño del campo. Es una absoluta vergüenza. ? pic.twitter.com/ixN2S46G08
— FUMATRÓN ?☠️ (@Fumatron_U) November 12, 2021
En ningún momento de los casi 30 minutos que dura el discurso de Casado se hace una alusión, por minúscula que sea, a estas cuestiones. Simplemente porque para él los jornaleros (sean nativos o extranjeros) sólo son instrumentos con los que la patronal extrae su riqueza. No es-para él y cualquier otro político al servicio del capitalismo-la cuestión prioritaria. Conviene así mismo recordar, como ya hicimos en otro artículo, que el latifundio no es sólo un elemento fundamental del capitalismo monopolista de Estado, sino un sostenimiento del fascismo en España. No es casualidad que gran parte de estos terratenientes están vinculados a organizaciones abiertamente fascistas como VOX, siendo esta organización una de las grandes defensoras de los intereses de ASAJA. Casado sabe esto a la perfección como buen fascista. No en vano al día siguiente de su discurso, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Franco (20 de noviembre) acudió a una misa en honor al dictador en Granada.
Como conclusiones, vemos que la política de Casado (que es a grandes rasgos la misma de todas las organizaciones al servicio del capital), se posiciona abiertamente con la patronal agraria en detrimento de los trabajadores del campo, es dependiente de la Unión Europea, contraria a la preservación del medioambiente y pro-latifundista.
En su lugar, el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) lleva en su programa político la defensa de una Reforma Agraria, la cual debe ser antilatifundista y antimonopolista, haciendo hincapié una vez más en la necesidad de salir de la Unión Europea como requisito imprescindible para que esta sea realmente efectiva. De esta forma se pondrá freno a la burguesía agraria que no duda en explotar nuestros recursos naturales y a nuestra clase con la intención de obtener más ganancias. Sólo el fin del capitalismo y la socialización de los recursos naturales pondrá fin a esta situación.
Así mismo, debemos tomar conciencia que, al igual que la burguesía se organiza a nivel nacional e internacional para defender sus intereses, nosotros, la clase obrera, debemos hacer lo propio y construir su propio órgano de poder de manera que conformemos un Frente Único del Pueblo con la clara intención de acabar con la dictadura de la explotación del hombre por el hombre.
¡Por la Reforma Agraria Antilatifundista y Antimonopolista!
¡Fortalece el Partido Comunista Obrero Español!
¡Por el Frente Único del Pueblo!
¡Socialismo o barbarie!
Córdoba, 27 de noviembre de 2021
COMISIÓN DE MOVIMIENTO OBRERO Y DE MASAS DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)